Ciudad de México, 13 de mayo de 2025 — En un entorno de crecientes tensiones comerciales marcadas por la política arancelaria del presidente Donald Trump, México ha reforzado su postura estratégica como socio preferencial para la producción automotriz en Norteamérica, gracias a su integración regional y ventajas competitivas. Durante su participación en la Cumbre de Comercio "Más allá del T-MEC", el secretario de Economía Marcelo Ebrard confirmó que la revisión del Tratado México–Estados Unidos–Canadá (T-MEC) podría adelantarse al segundo semestre de 2025, en lugar de esperar a 2026 como originalmente estaba previsto.
“La realidad nos está llevando a integrar aún más la región. Estados Unidos, aunque insista en un enfoque proteccionista, no puede competir con Asia sin apoyarse en México y Canadá”, señaló Ebrard. El funcionario subrayó que México no enfrenta aranceles recíprocos como otras naciones, y que se están negociando mecanismos de descuentos sobre aranceles automotrices basados en el contenido regional, donde México lleva la delantera por su alto porcentaje de autopartes de origen estadounidense.
Esta posición contrasta con la situación del Reino Unido, que recientemente logró una reducción parcial de aranceles en un acuerdo limitado con EE.UU., permitiendo la exportación de hasta 100,000 vehículos anuales con un arancel del 10% (en lugar del 25%), pero manteniendo fuertes restricciones fuera de ese cupo, así como aranceles del 25% sobre componentes.
“El único tratado de libre comercio que se mantiene plenamente funcional con Estados Unidos es el T-MEC”, aseguró Ebrard. Otros socios, incluso aliados históricos como el Reino Unido, enfrentan nuevos topes y tarifas sobre sectores sensibles como acero, aluminio y automotriz.
Ebrard también destacó que México está en constante diálogo con autoridades estadounidenses para defender su posición, argumentando que la aplicación de aranceles al acero y aluminio afectaría directamente a la industria automotriz estadounidense, altamente dependiente de insumos mexicanos.
Además, el secretario llamó al empresariado a aprovechar el momento geopolítico y a organizarse junto al gobierno para atraer la relocalización de industrias que buscan reducir su dependencia de Asia. Se estima que esta tendencia podría generar oportunidades por hasta 250 mil millones de dólares anuales en nuevas cadenas de suministro en América del Norte.
“Ya no estamos en un sistema de ventajas comparativas, sino en uno de desventajas impuestas. La clave es adaptarse mejor que los demás y demostrar que México es el país más competitivo para producir en la región”, sentenció Ebrard.
El secretario también adelantó que la Secretaría de Economía trabaja en la modernización del programa IMMEX 4.0 y en reforzar la estrategia de promoción del sello "Hecho en México" como herramienta de posicionamiento internacional.
Este escenario anticipa un semestre clave para las negociaciones trilaterales, el futuro de los aranceles en sectores críticos y la consolidación de México como socio estratégico indispensable en la nueva economía industrial de Norteamérica.