CDMX, 03 de noviembre de 2025.- La cadena de suministro automotriz global enfrenta un nuevo foco de tensión. El fabricante de semiconductores Nexperia, con sede en los Países Bajos y propiedad del conglomerado chino Wingtech, se encuentra en el centro de una disputa geopolítica que ha encendido las alarmas en las principales armadoras de Europa, Asia y América.
Lo que comenzó como una medida de control nacional por parte del gobierno neerlandés, escaló rápidamente en un bloqueo a las exportaciones de chips clave por parte de China, generando incertidumbre sobre la disponibilidad de estos componentes esenciales para la industria automotriz.
¿Qué pasó con Nexperia y por qué importa?
Nexperia se especializa en la producción de chips de bajo costo y alto volumen, conocidos como foundation chips: transistores, diodos, reguladores de voltaje y componentes de gestión de energía. Aunque no son parte de sistemas avanzados de conducción autónoma o conectividad, estos chips son imprescindibles para funciones básicas como:
- Control de motores eléctricos
- Sistemas de frenos y bolsas de aire
- Iluminación y ventanas automáticas
- Módulos de infoentretenimiento y sensores
La compañía produce miles de millones de estos componentes cada año. Su modelo operativo implica fabricar los chips en Europa, enviarlos a China para pruebas y empaquetado, y luego reexportarlos a clientes en Europa, Asia y América. Se estima que el 70% de los chips producidos en los Países Bajos se terminan en China antes de distribuirse globalmente.
Con ventas por $2,000 millones de dólares anuales, Nexperia es un proveedor fundamental para OEMs como Volkswagen, Mercedes-Benz, Nissan, Stellantis y Honda.

Decomiso en Europa, bloqueo en China
En septiembre de 2025, el gobierno de Países Bajos invocó una ley de seguridad nacional para tomar control efectivo de Nexperia, argumentando que Wingtech —incluido en listas negras de EE.UU. por riesgos tecnológicos— planeaba transferir propiedad intelectual sensible.
La medida incluyó la suspensión del CEO Zhang Xuezhen (fundador de Wingtech), y generó una reacción inmediata de Beijing, que decidió bloquear las exportaciones de chips terminados de Nexperia desde sus plantas en China.
La situación escaló rápidamente, al punto de que la empresa notificó a sus clientes automotrices que no podía garantizar el suministro en el corto plazo, lo que llevó a advertencias de paros técnicos y reducción de producción por parte de varios OEMs, entre ellos:
- Volkswagen y Mercedes-Benz, con cadenas expuestas en Europa
- Honda Motor, que ya redujo su producción en Japón y en la planta de Celaya, en México.
- Stellantis y Renault, que subieron en bolsa al conocerse intentos de negociación.
Riesgos para México y Norteamérica
Aunque los efectos inmediatos se han centrado sobretodo en Europa y Asia, el riesgo para México y la región T-MEC es real. La industria automotriz instalada en Norteamérica opera bajo un sistema interdependiente de Tier 1 globales que podrían estar afectados directa o indirectamente por la suspensión de flujos de chips de Nexperia, particularmente en:
- Módulos eléctricos y electrónicos que dependen de Tier 1 europeos
- Integración de arneses y controles básicos en plantas mexicanas
- Líneas de ensamble JIT en riesgo si el stock de componentes baja
La experiencia de la pandemia y la crisis de chips de 2021 mostró que la falta de semiconductores básicos puede detener por completo la producción de vehículos, sin importar el grado de sofisticación del modelo.
¿Se vislumbra una solución?
Durante el último fin de semana de octubre, se reportaron avances importantes. Autoridades de EE.UU. y China habrían alcanzado un acuerdo preliminar para permitir que Nexperia reanude exportaciones bajo ciertos términos, mientras el Ministerio de Comercio chino anunció que algunas exportaciones de Nexperia podrían ser eximidas del bloqueo.
Aunque estas noticias han generado alivio en los mercados —las acciones de Renault, Stellantis, Mercedes-Benz, Valeo y Volkswagen repuntaron hasta un 3%—, el conflicto de fondo sigue abierto, centrado en:
- Controles sobre la propiedad intelectual
- Temores de transferencia tecnológica a China
- Uso de chips “estratégicos” como herramienta geopolítica

Claves para el sector automotriz
El caso Nexperia vuelve a poner sobre la mesa la fragilidad estructural de la cadena de semiconductores y la dependencia global de proveedores interconectados, especialmente en componentes que, aunque económicos, resultan insustituibles en el corto plazo.
Para México y el ecosistema de manufactura de Norteamérica, esta crisis refuerza la necesidad de:
- Diversificar fuentes de suministro de semiconductores básicos
- Impulsar proyectos regionales de encapsulado y pruebas
- Acelerar la digitalización de inventarios y modelos de predicción de riesgo
Aunque el riesgo de una disrupción severa ha sido contenido —por ahora—, el episodio subraya que la seguridad tecnológica y la resiliencia industrial ya no son temas separados del comercio y la producción diaria.