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Tesla pone en marcha su robotaxi en Austin y promete expansión nacional

Tesla inició pruebas con una flotilla de 10 a 12 robotaxis en Austin. Elon Musk busca escalar a un millón de unidades si el piloto tiene éxito. El servicio opera con vigilancia remota y podría convertir autos Tesla en taxis autónomos vía software.

Imagen: Robotaxi de Tesla

Austin, Texas, 23 de junio de 2025.- Elon Musk, CEO de Tesla, ha dado un paso más hacia su visión de movilidad autónoma con el lanzamiento piloto de una pequeña flota de robotaxis en Austin, Texas. La prueba, que comenzó el domingo 22 de junio, involucra entre 10 y 12 vehículos equipados con el sistema de conducción autónoma Full Self-Driving (FSD), y opera en una zona geocercada de la ciudad bajo estricta supervisión.

Aunque Tesla promociona el FSD como una solución de conducción autónoma, el sistema continúa requiriendo que un operador esté listo para intervenir. En esta fase de prueba, cada unidad cuenta con una persona en el asiento del pasajero y es monitoreada de forma remota, con el objetivo de garantizar la seguridad de los usuarios.

Musk anunció el inicio del servicio a través de su red social X, celebrando el lanzamiento con el mensaje: "¡El lanzamiento del robotaxi @Tesla_AI comienza en Austin esta tarde con los clientes pagando una tarifa plana de 4.20 dólares!". La tarifa simbólica se interpreta como parte del estilo provocador del empresario, mientras Tesla afina su estrategia para el despliegue nacional.

El proyecto del robotaxi representa una evolución del Model 2, el vehículo eléctrico de bajo costo que Tesla había planeado fabricar en su planta de Nuevo León, México. Si las pruebas actuales con la flotilla en Austin resultan exitosas, el modelo podría escalar hasta alcanzar un millón de unidades en circulación en un plazo de un año o algo más, según estimaciones de Elon Musk.

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La estrategia de expansión contempla que los propietarios actuales de vehículos Tesla puedan, mediante una simple actualización de software, convertir sus autos en taxis autónomos cuando no los estén utilizando, generando ingresos adicionales en sus tiempos muertos.

A pesar del entusiasmo de Musk, el escepticismo no se ha hecho esperar. Analistas como Garrett Nelson, de CFRA, señalan que el lanzamiento inicial es extremadamente limitado. “Estamos hablando de una docena de vehículos inicialmente. Es muy pequeño”, opinó. Por su parte, Seth Goldstein, de Morningstar, advierte que las promesas de Musk suelen adelantarse a la realidad tecnológica: “Cuando cualquier persona en Austin pueda descargar la aplicación y usar un robotaxi, eso será un éxito, pero no creo que eso suceda hasta 2028. Las pruebas van a llevar un tiempo”.

Mientras tanto, Waymo, su principal competidor, ya ha logrado avances significativos. La empresa ha desplegado robotaxis sin conductor en ciudades como Los Ángeles, San Diego y la propia Austin, acumulando diez millones de viajes pagados gracias a una tecnología distinta que le ha permitido llegar al mercado con mayor rapidez.

El éxito de la prueba en Austin será clave para determinar el ritmo de expansión del servicio de Tesla. Por ahora, la promesa de una revolución en la movilidad autónoma sigue sujeta a un proceso de validación y a la confianza del mercado.

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