Brasil, 30 de abril de 2025.- BYD anunció que comenzará en junio de 2025 la producción de su modelo Dolphin Mini en la planta de Camaçari, en el estado brasileño de Bahía. Esta instalación, que anteriormente pertenecía a Ford, marcará la primera línea de montaje de automóviles de la marca china fuera de Asia, en un movimiento estratégico para abastecer tanto el mercado local como el regional.
Durante una conferencia de prensa celebrada en Shengzhou, China, Stella Li, vicepresidenta global de BYD, confirmó que la planta de Camaçari tendrá inicialmente una capacidad de producción de hasta 150 mil unidades anuales, con posibilidad de duplicarse a 300 mil vehículos para 2027. Desde esta fábrica se exportarán unidades a países de América Latina, incluida Argentina.
El primer modelo en ser producido será el Dolphin Mini, un hatchback del segmento A que debutó en Brasil en febrero de 2024 y rápidamente se convirtió en el auto eléctrico más vendido del país. El vehículo estará inicialmente ensamblado bajo un esquema SKD/CKD, con kits semiarmados provenientes de China. Se espera que hacia finales de 2025 comience la producción completa con componentes nacionalizados, lo que permitirá catalogar al modelo como fabricado dentro del Mercosur.
Martín García López
El Dolphin Mini cuenta con un motor eléctrico de 75 CV, 133 Nm de torque y una batería Blade de 38.8 kWh que ofrece una autonomía de hasta 350 km en condiciones reales. Se ofrece en versiones para cuatro o cinco pasajeros y viene equipado con seis airbags, llantas de 16”, luces LED, cámara de 360 grados y control de crucero, entre otros elementos.
Aunque en anuncios previos se mencionaba al Song Pro híbrido como parte de la producción brasileña, este no fue incluido en la presentación actual. Según Stella Li, la prioridad será consolidar la presencia del Dolphin Mini antes de considerar nuevos lanzamientos. La estrategia contempla evaluar la aceptación del modelo para adaptar o ampliar la oferta de acuerdo con las necesidades del mercado brasileño y latinoamericano.
La planta de Camaçari representa un punto clave en el plan de expansión global de BYD y refuerza su capacidad para distribuir vehículos eléctricos en América Latina. Con esta nueva base de producción, la compañía también podría reducir su interés en instalarse en México, aprovechando las rutas logísticas desde Brasil por los puertos del Golfo de México y del Pacífico.
Martín García López
