CDMX, 27 de octubre de 2025.- En entrevista con Cluster Industrial, Javiera Lyon, Chief Operating Officer (COO) de SimpliRoute, compartió la visión con la que la empresa ha logrado posicionarse como un actor relevante en el ecosistema logístico de América Latina. Con más de una década de experiencia en consultoría estratégica y operaciones, Lyon forma parte del equipo directivo que lidera la expansión de SimpliRoute, consolidando su presencia en mercados como México, Brasil, Colombia, Perú, Chile, Uruguay y Argentina.

Inteligencia artificial como columna vertebral logística

Uno de los principales diferenciadores de SimpliRoute es su plataforma SaaS basada en inteligencia artificial y aprendizaje automático (machine learning), diseñada para mejorar rutas, optimizar procesos logísticos y reducir costos operativos de última y media milla. Javiera Lyon explicó que el enfoque de la empresa parte de entender las necesidades del cliente, para después aplicar tecnología de agentes con inteligencia artificial que resuelvan problemas reales:

“Nuestro enfoque no es desarrollar una solución tecnológica que después buscamos encajar en el mercado. Al revés: buscamos entender las ineficiencias logísticas de los clientes y, a partir de eso, construimos agentes de inteligencia artificial a medida que les ayude a tomar decisiones con datos.”

La IA permite generar rutas más eficientes, identificar puntos críticos en la operación y anticipar escenarios que afecten la distribución. Esta capacidad predictiva y adaptativa es clave en un entorno logístico cada vez más exigente y volátil.

“Tenemos clientes que han aumentado sus entregas manteniendo su misma flota. Lo interesante es que logramos esto entendiendo cómo operan sus equipos, sus horarios y su dinámica territorial”, explicó.

Además, destacó que el modelo de SimpliRoute va más allá del software: 

“El valor de la IA no está en el buzzword, sino en cómo la integras para resolver problemas reales. Para nosotros, significa ayudar a una PyME a entregar mejor, o permitirle a una empresa grande mejorar su eficiencia sin crecer exponencialmente en personal o flota”, señala Lyon.

A través de dashboards inteligentes y un sistema que se nutre de cada operación, SimpliRoute permite a sus clientes obtener insights clave sobre su logística, desde la planificación hasta la trazabilidad en tiempo real. Esto, subraya la COO, ha sido crucial para empresas en México, donde el crecimiento del e-commerce ha desafiado los modelos tradicionales de última milla.

Cultura con flexibilidad real, no simbólica

Un aspecto distintivo de SimpliRoute es su modelo de trabajo híbrido, que combina presencia remota y encuentros presenciales puntuales en cada país. Javiera Lyon compartió que esta cultura se gestiona de forma intencional para mantener la conexión y la productividad del equipo:

“Tenemos una cultura muy flexible, donde las personas tienen autonomía, pero también generamos espacios de encuentro, rituales y dinámicas que refuerzan la cohesión. Nos importa mucho que nuestros equipos sientan propósito y pertenencia.”

La empresa promueve una estructura horizontal, abierta al aprendizaje, y da protagonismo al desarrollo profesional. Esto ha sido clave para atraer y retener talento en tecnología y operaciones, dos áreas críticas para su crecimiento.

Además, en un momento donde muchas empresas en América Latina presionan por un regreso a la presencialidad, SimpliRoute mantiene una posición firme: la presencialidad obligatoria no es sinónimo de productividad ni de colaboración real. 

“Decidimos desde hace años que no vamos a imponer una lógica de control tradicional”, explica Lyon. “Los equipos se organizan según sus propias dinámicas y necesidades; eso nos obliga a confiar en las personas, pero también a estructurar muy bien los procesos”.

Este modelo no significa una informalidad operativa, sino todo lo contrario. La cultura organizacional de SimpliRoute está diseñada para operar de forma asincrónica, con documentación clara y rituales digitales que fomentan cohesión, como reconocimientos públicos en canales internos, reuniones globales y encuentros estratégicos presenciales —offsites— que fortalecen vínculos entre equipos dispersos.

“En el trabajo remoto, la interacción no ocurre por casualidad, como en la oficina. Hay que diseñarla con intención. Si no cuidas la equidad entre quienes están cerca y quienes están lejos, terminas operando a dos velocidades de información distinta”.

Este enfoque ha permitido a SimpliRoute tener equipos multiculturales y diversos operando desde Chile, México, Colombia y otras partes del continente, sin perder cohesión ni sentido de pertenencia.

México como eje estratégico

Con oficina en Ciudad de México desde 2020, el país se ha convertido en una de las prioridades de crecimiento para SimpliRoute. Según Lyon, México representa uno de los mercados más relevantes de la región por su tamaño, diversidad geográfica y rol en la cadena de suministro regional.

“México para nosotros es un mercado estratégico. Hay una gran necesidad de eficiencia en las operaciones logísticas, especialmente en ciudades con alta densidad o zonas industriales con alta rotación de vehículos de reparto. Y vemos cada vez más empresas buscando tomar decisiones informadas con base en datos.”

La empresa trabaja con clientes que incluyen empresas de consumo, construcción, transporte, alimentos y e-commerce que buscan eficientar sus operaciones.

De cara al futuro, Javiera Lyon se muestra optimista pero también realista: “Hay que profesionalizar más la logística, tanto en la última milla como en procesos intermedios. Vienen desafíos regulatorios, ambientales, de infraestructura y de talento. Pero también hay una oportunidad enorme de seguir innovando, sobre todo con tecnologías como la IA y la analítica predictiva”.

Finalmente, enfatizó que el propósito de SimpliRoute sigue siendo el mismo desde su fundación: hacer que la logística sea más inteligente, humana y sustentable.