La siderúrgica brasileña Gerdau canceló su proyecto de inversión por 500 millones de dólares en México, decisión motivada por la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio anunciados recientemente por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La medida, según la empresa, introduce una alta incertidumbre en el entorno comercial de América del Norte.
Durante la videoconferencia de resultados del primer trimestre de 2025, el director general de Gerdau, Gustavo Werneck, confirmó la cancelación del proyecto que contemplaba la construcción de una planta con capacidad para producir hasta 600,000 toneladas de acero anualmente. La inversión se había anunciado a mediados de 2024 como parte de la estrategia de expansión en América del Norte.
“Estamos frente a una reconfiguración muy profunda de la plataforma automovilística en los próximos años. No sabemos si México continuará siendo una plataforma sólida de producción de autopartes para Estados Unidos”, afirmó Werneck ante inversionistas.
La decisión, anticipada desde febrero, se suma a un entorno de presión creciente para la industria siderúrgica regional. Gerdau también evalúa reducir sus inversiones en Brasil, debido a lo que considera una respuesta insuficiente por parte del gobierno brasileño para proteger a la industria frente a la competencia internacional, particularmente de origen chino. En 2024, Brasil aplicó un arancel del 25% a 11 productos siderúrgicos, pero el sector reclama ampliar la lista para frenar las importaciones que afectan los márgenes locales.
Pese al aumento temporal en la demanda de acero —impulsado por la incertidumbre comercial y el efecto de los aranceles de Estados Unidos—, Gerdau registró una caída del 39% en su beneficio neto ajustado durante el primer trimestre de 2025. La utilidad fue de 758 millones de reales (alrededor de 134 millones de dólares), lo que refleja la presión que enfrenta la mayor siderúrgica de Brasil en un contexto global volátil.
“El anuncio del presidente Trump influyó positivamente en la demanda en el corto plazo, pero genera efectos estructurales que obligan a replantear inversiones a largo plazo”, señaló el reporte financiero de la compañía.
Con esta cancelación, México pierde una inversión clave para su cadena automotriz y siderúrgica, justo en un momento donde se cuestiona su rol como socio estratégico en la región de América del Norte.
