Washington, Estados Unidos, 9 de abril de 2025. — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles una escalada arancelaria dirigida exclusivamente a China, elevando los gravámenes sobre las importaciones del país asiático al 125%, frente al 104% que había entrado en vigor a medianoche. Al mismo tiempo, Trump informó que suspenderá por 90 días la aplicación de aranceles recíprocos a otros países.
Según informó Reuters, esta pausa busca abrir espacio para negociaciones bilaterales con más de 75 naciones que, tras la reciente imposición de nuevos aranceles por parte de EE. UU., se acercaron a Washington sin responder con medidas similares.
“He autorizado una PAUSA de 90 días y una reducción sustancial del arancel recíproco durante este período, del 10%, también con efecto inmediato”, declaró Trump en redes sociales.
Sin embargo, de acuerdo con información de Reuters, esta suspensión no aplica a sectores estratégicos. Los aranceles ya vigentes sobre automóviles, acero y aluminio permanecerán sin cambios, de acuerdo con la Casa Blanca.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, explicó que la medida de congelar los aranceles recíprocos para ciertos países representa un reconocimiento a quienes no tomaron represalias y han manifestado voluntad de diálogo. “Serán recompensados”, afirmó.
A pesar del endurecimiento hacia China, los mercados financieros reaccionaron positivamente al anuncio general. El índice S&P 500 subió más del 6% y el dólar repuntó frente a monedas consideradas refugio, reflejando el alivio de los inversionistas ante la posibilidad de una distensión parcial en la guerra comercial global.
En paralelo, la Organización Mundial del Comercio (OMC) advirtió que las crecientes tensiones entre Washington y Pekín podrían reducir hasta en un 80% el intercambio bilateral de bienes. “Esta estrategia de 'ojo por ojo' conlleva implicaciones más amplias que podrían dañar gravemente las perspectivas económicas mundiales”, alertó el organismo.

Con esta decisión, la Casa Blanca parece centrar su batalla comercial exclusivamente en China, dejando atrás, al menos temporalmente, los enfrentamientos con otros socios comerciales clave. Sin embargo, la continuidad de los aranceles en sectores como el automotriz y metalúrgico sugiere que, pese a la tregua parcial, la política comercial estadounidense mantiene su carácter proteccionista.