CDMX, 08 de mayo de 2025.- En el contexto actual, marcado por presiones arancelarias y reconfiguraciones productivas globales, México emerge como un protagonista clave en la producción automotriz mundial gracias a sus ventajas comparativas significativas, particularmente frente a Estados Unidos y otros países productores.
Costo laboral: una ventaja estratégica
Los datos recientes de Oliver Wyman sobre costos laborales promedio por vehículo colocan a México como uno de los países más competitivos a nivel global, con un costo laboral promedio de tan solo 305 dólares por vehículo producido en 2024. Esta cifra contrasta considerablemente con los 1,300 dólares por vehículo en Estados Unidos, indicando que producir un automóvil en EE.UU. es aproximadamente 4.26 veces más costoso en términos laborales que en México, es decir, en lo que cuesta pagarle a los trabajadores que fabrican dicho vehículo.
Este diferencial representa una ventaja sustancial, especialmente en un entorno en el que Estados Unidos ha incrementado aranceles y busca proteger su mercado interno bajo la administración Trump. A pesar de estas medidas proteccionistas, el menor costo laboral mexicano ofrece un margen competitivo crucial para fabricantes internacionales que desean mantener sus productos asequibles en Norteamérica.
Impacto del T-MEC y exenciones arancelarias recientes
El Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) sigue siendo una ventaja decisiva para México. La reciente decisión estadounidense de mantener en cero los aranceles para autopartes producidas en México, anunciada el 2 de mayo de 2025 por la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario Marcelo Ebrard, subraya aún más esta ventaja. Esta medida protege significativamente a la industria automotriz mexicana y garantiza su competitividad en la región.
Este entorno favorable ofrece a México no solo continuidad en sus operaciones industriales, sino también una atractiva propuesta de valor para fabricantes automotrices europeos y asiáticos que necesitan sortear los altos costos laborales en sus propios territorios y las barreras arancelarias impuestas por Estados Unidos.
Ventajas para fabricantes internacionales
La producción en México se vuelve particularmente atractiva para empresas automotrices alemanas, francesas, italianas, japonesas y surcoreanas, que enfrentan altos costos laborales domésticos (Alemania con 3,300 USD por vehículo, Italia 2,100 USD, Francia 1,600 USD, Japón 769 USD, y Corea del Sur 789 USD).
Fabricar vehículos en México les permite a estos países reducir significativamente los costos laborales por vehículo, a la vez que aprovechan las ventajas logísticas derivadas de la proximidad geográfica con el mercado norteamericano, facilitando exportaciones eficientes y rápidas hacia Estados Unidos y Canadá.
