CDMX, 24 de octubre de 2025.- Las jornadas turbulentas del comercio global no parecen terminar; la noche del 23 de octubre de 2025, el presidente Donald Trump anunció abruptamente en sus redes sociales la cancelación de todas las negociaciones comerciales con Canadá, desatando incertidumbre sobre el futuro del T-MEC. Sin embargo, desde México, la respuesta fue mesurada, confiada y respaldada por avances concretos. El mismo Trump, horas antes, recalcó tener "respeto" por la presidenta mexicana.
La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró este 24 de octubre en su conferencia matutina que las negociaciones entre México y Estados Unidos van muy adelantadas, y confirmó que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, sostendrá nuevas reuniones con la administración Trump durante su próxima visita a la cumbre de APEC.
“En el caso de México vamos muy adelantados. [...] Vamos bastante bien en el avance de las revisiones que ellos plantearon”, afirmó Sheinbaum, enfatizando que la vía de diálogo con EE.UU. sigue abierta, a pesar del quiebre con Canadá.
Adrián Martínez
Avances del 90% en negociaciones con EE.UU.
Las declaraciones de la mandataria respaldan lo dicho por Ebrard apenas unos días antes, cuando reveló que México ha logrado un 90% de avance en las mesas técnicas de negociación con EE.UU., y que los únicos puntos pendientes son los relacionados con los aranceles al acero y al aluminio, donde aún se espera una respuesta formal de la Casa Blanca.
“Nuestro objetivo es que cuando inicie la revisión del tratado ya no estén en la mesa los temas más conflictivos”, declaró Ebrard. México incluso suspendió operaciones de molinos que no cumplían con trazabilidad, como muestra de su compromiso con la transparencia en su cadena siderúrgica.
México y Canadá, un frente común antes del colapso diplomático
Cabe destacar que México y Canadá ya habían firmado en septiembre un plan de acción bilateral para afrontar unidos la revisión del T-MEC y fortalecer su relación económica. Este acuerdo contempla integración de cadenas productivas, acceso a puertos canadienses para exportaciones mexicanas, mayor cooperación en ciberseguridad y migración laboral, y estrategias conjuntas contra el crimen organizado.
La firma de este acuerdo ocurrió un mes antes del rompimiento EE.UU.–Canadá, lo que ahora se interpreta como una jugada estratégica de Sheinbaum y Carney para blindar la cooperación regional, ante la posibilidad de un viraje unilateral de la administración Trump.
“El T-MEC es nuestra fortaleza. Con México y Estados Unidos seguiremos trabajando”, declaró Carney, primer ministro canadiense, tras el anuncio de Trump, abriendo la puerta a una reconfiguración del diálogo trilateral.
Un escenario de dos velocidades: ruptura al norte, avances al sur
En este escenario, México gana terreno como interlocutor confiable y pieza clave para preservar la arquitectura del T-MEC. Mientras Trump congela la relación comercial con Canadá, mantiene abiertos los canales con México, reconociendo avances técnicos y una postura más flexible por parte del gobierno mexicano.
Desde la óptica de Cluster Industrial, esto refuerza el papel de México como eje de estabilidad en el bloque comercial de América del Norte, especialmente ante la incertidumbre política y comercial de cara a la revisión formal del tratado en 2026.
La industria automotriz —principal beneficiaria del T-MEC— deberá seguir con atención estos desarrollos, ya que las decisiones de las próximas semanas podrían redefinir las reglas del juego para manufactura, exportaciones, inversiones y cumplimiento de reglas de origen en toda la región.
