Por Eduardo Ramos, Market Analyst, VT Markets
Ciudad de México, 21 marzo 2025. El panorama económico actual está estrechamente relacionado con las decisiones de la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense. La Fed desempeña un papel importante en la estabilidad económica y financiera del país y sus políticas monetarias tienen repercusiones a nivel mundial. En este contexto, las posibles políticas comerciales del presidente Donald Trump añaden una capa adicional de complejidad.
Si Trump llegara a implementar políticas comerciales más agresivas, como nuevos aranceles o restricciones a las importaciones, podría generarse una presión inflacionaria al encarecerse los productos y afectar a las cadenas de suministro. En este escenario, la Reserva Federal (Fed) podría verse obligada a mantener las tasas de interés altas durante más tiempo para controlar la inflación. Sin embargo, si sus políticas generan una desaceleración económica o incertidumbre en los mercados, la Fed podría considerar la posibilidad de recortar las tasas para contrarrestar los efectos negativos sobre el crecimiento. En este contexto, la relación entre la política comercial y la política monetaria será un factor clave que habrá que monitorizar en los próximos meses.
Actualmente, el mercado espera que los tipos de interés se mantengan en el rango actual del 4,25 % al 4,50 %. Tras el anuncio de la Fed de mantener las tasas sin cambios, se espera que los mercados continúen mostrando cautela, ya que persiste la incertidumbre sobre la inflación y el crecimiento económico. No se prevé un gran repunte en la renta variable a menos que surjan señales claras de que la inflación está bajo control, algo que se podría conocer en la próxima comparecencia de Jerome Powell. Si Powell insinúa futuros recortes de tipos de interés, podríamos ver un repunte en los activos de riesgo, pero si el tono sigue siendo restrictivo, la volatilidad continuará siendo alta.
Aunque Trump puede ejercer presión mediática y política, como se ha reflejado en las ventas masivas de las últimas semanas en los índices S&P 500 y Nasdaq, su impacto es limitado debido a la independencia de la Fed. A corto plazo, la Reserva Federal seguirá guiándose por los datos económicos y no por la voluntad política. Esto significa que las decisiones de la Fed estarán más influenciadas por las condiciones económicas actuales que por cualquier presión política.
En cuanto a la política monetaria de la Fed, si mantiene las tasas en el 4,50 % o adopta un tono más restrictivo, el dólar podría fortalecerse, aunque no se espera que esto suceda de inmediato. En ese caso, esto generaría presión bajista sobre monedas emergentes como el peso mexicano. Por otro lado, si la Fed cambia a una postura más sencilla y sugiere recortes de tipos de interés, el dólar se debilitaría, lo que podría llevar al peso mexicano a fortalecerse, incluso por debajo del nivel de 19,90. Sin embargo, el comportamiento del peso también dependerá de factores internos, como la estabilidad política y el crecimiento económico en México, así como de la demanda de carry trade por parte de los inversores extranjeros. Por lo tanto, la decisión de la Fed no será el único factor determinante.