Austin, Texas, 18 de julio de 2025.- Tesla inició el mes pasado su esperado servicio de robotaxi en Austin, Texas, con una flota limitada de vehículos Model Y operando en zonas específicas de la ciudad y con un empleado de la empresa sentado en el asiento del copiloto. Aunque Elon Musk ha asegurado que este servicio será una fuente clave de ingresos para la compañía, su despliegue ha estado marcado por la polémica.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) abrió una investigación tras varios incidentes ocurridos durante las primeras horas del servicio de pruebas. Según la agencia, ya se encuentran en contacto con Tesla para recabar información adicional.
A pesar de estos problemas, Tesla ha decidido continuar con su despliegue en Austin. De momento, el servicio solo está disponible para un grupo reducido de personas, entre los que se encuentran influencers y colaboradores cercanos a la empresa. Además, los trayectos están restringidos a horarios y zonas delimitadas.
La competencia en el sector de taxis autónomos es feroz. Waymo, subsidiaria de Alphabet (la matriz de Google), ya opera en varias ciudades estadounidenses —incluida Austin— y realiza más de 250,000 viajes de pago a la semana. Sus vehículos eléctricos, fabricados por Jaguar, se han integrado al paisaje urbano después de un periodo de pruebas que incluyó seis meses con supervisión humana y otros seis meses en modo completamente autónomo.
En contraste, Tesla ha enfrentado retrasos significativos en sus promesas sobre la conducción autónoma. Musk declaró en 2015 que sus autos alcanzarían la autonomía total para 2018. Un año después, afirmó que podrían cruzar el país sin intervención humana. Para 2019, el empresario prometió que Tesla tendría un millón de robotaxis circulando para 2020, ninguna de esas metas se ha cumplido.
Además, la NHTSA mantiene abierta una investigación sobre el software Full Self-Driving (FSD) de Tesla por posibles fallas. El futuro de la expansión del servicio de robotaxis dependerá en buena medida de los resultados de esta indagatoria y de la capacidad de la compañía para demostrar que su tecnología es segura y confiable.
Tesla ha dado un paso importante hacia el futuro de la movilidad, pero su robotaxi aún está lejos de ser una solución definitiva. Mientras tanto, Waymo sigue consolidándose como el referente del sector, con tecnología más madura y una operación comercial ya establecida. En este contexto, la carrera por el dominio del transporte autónomo urbano continúa, con Tesla bajo el escrutinio de reguladores y consumidores por igual.