Ciudad de México, a 7 de marzo 2025 – Aún cuando las mujeres son una pieza clave de la economía en México, representaron el 43% de la fuerza laboral del país en 2024, continúan enfrentando barreras estructurales que limitan su participación en puestos de liderazgo en las empresas y su acceso a oportunidades dentro del comercio internacional. Así lo dio a conocer MUNDI, compañía tecnológica financiera que impulsa a las empresas exportadoras en México, durante el conversatorio El Techo de Cristal en el Comercio Internacional: Mujeres que Rompen Fronteras y Superan Desafíos, en el marco del Día Internacional de la Mujer.
El 27% de las empresas en México cuenta con mujeres en puestos directivos relevantes, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Sin embargo, únicamente un 3% de las mujeres ocupa una dirección general, un 11% en direcciones financieras y un 23% en direcciones jurídicas; 1 de cada 200 empresas en México tienen mujeres de manera simultánea en esas tres áreas. La representación de las mujeres en los consejos de administración tampoco es alentadora: 1 de cada 10 asientos en los consejos de administración es ocupado por una mujer.
“Las mujeres mexicanas tienen el talento y la visión para transformar el comercio exterior. Sin embargo, aún existen múltiples retos que deben superarse. La discusión va más allá de cerrar la brecha de género; se trata de capitalizar el
liderazgo femenino como un motor de competitividad para México en los mercados globales. Hay que nivelar el terreno, y las mujeres en posiciones de liderazgo tenemos la responsabilidad de abrir camino para otras”, destaca Paulina Aguilar, co-fundadora y Chief Revenue Officer (CRO) de MUNDI.
Las mujeres en México están mayormente presentes en direcciones relevantes en el sector salud (30%) y en el servicio público (25%), el propio IMCO describe como alarmante la nula participación de las mujeres en los sectores de energía y telecomunicaciones. El panorama es similar en los consejos directivos: salud cuenta con la mayor representación de mujeres (24%), mientras que telecomunicaciones (11%) y servicio público (9%) tienen la participación más baja.
Por su parte, los sectores productivos con mayor representación femenina en las exportaciones mexicanas son alimentos y bebidas (30%), indumentaria y textiles (13%) y servicios comerciales y profesionales (11%), según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El impacto de la desigualdad entre mujeres y hombres más que personal, es macroeconómico. El Foro Económico Mundial estimó que la actividad económica anual de México podría aumentar en más de 25% (equivalente a más de $390 mil millones de dólares) si las mujeres participaran en la fuerza laboral al mismo nivel que los hombres.
Las mujeres mexicanas han demostrado ser una fuerza clave en el la economía y en el comercio exterior, así coincidieron en el conversatorio de MUNDI, Susana Duque, Directora General del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (COMCE); Claudia González, Directora Nacional de Talento y Alejandra Quezada, Directora Nacional de Comunicación y Marketing, ambas de la American Chamber Of Commerce Of México A.C (AmCham); y Yazmin Hernández, Directora de Relaciones Públicas de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM); además de Norma Monroy, Chief Financial Officer (CFO) de la empresa exportadora Multillantas y Servicios Grimaldi.
“Más que un techo de cristal, las mujeres en el comercio internacional vivimos sobre un suelo pegajoso hecho de sesgos inconscientes, brechas salariales y falta de acceso a financiamiento. Necesitamos más líderes femeninas que impulsen la equidad, empleadores que igualen salarios y mujeres que se atrevan a tomar decisiones estratégicas. No es sólo cuestión de talento, sino de redes, mentoría y valentía para romper barreras en la exportación”, mencionó Susana Duque, durante el conversatorio.
En el caso de las PyMEs en México, uno de los mayores retos de las mujeres que lideran es el acceso a financiamiento: 59% de las empresarias en México se fondean con recursos propios y un 11% accede a créditos bancarios, mientras que el 52% de las empresarias desconoce los créditos gubernamentales disponibles para impulsar sus negocios.
Otros desafíos incluyen la falta de socios comerciales confiables, los costos elevados de logística, la complejidad de los trámites aduaneros y la escasez de información sobre oportunidades en mercados internacionales.
"El acceso a financiamiento y la falta de redes de negocio es otro de los desafíos para las mujeres exportadoras. Urge que más instituciones y organismos gubernamentales refuercen sus estrategias de apoyo para potenciar su crecimiento y consolidación en el mercado internacional. Facilitar alternativas de financiamiento ágiles y accesibles puede marcar la diferencia para que más exportadoras lleven sus productos al mundo”, añade Aguilar.
Al respecto, Yazmin Hernández resalta: “Exportar ya es un reto en sí mismo: enfrentar choques de realidad, idioma, cultura e ideologías distintas. Pero para una mujer, hay una barrera adicional: demostrar su capacidad en un sector donde aún falta representación femenina. Que los clientes internacionales nos vean como mujer no debería ser un obstáculo, pero lo es. La clave está en la preparación, mientras más accedemos a formación y liderazgo, más espacios conquistaremos en el comercio global”.
Romper el techo de cristal en el comercio internacional es una cuestión de justicia social y una necesidad económica. La participación equitativa de las mujeres en la economía es clave para el desarrollo sostenible de México y para fortalecer su competitividad en los mercados globales. Fomentar la diversidad, equidad e inclusión en las empresas exportadoras resulta en estrategia clave para fortalecer la posición de México en la economía global – especialmente en estos tiempos de amenazas de guerra comercial.
Referente a las compensaciones laborales, el Foro Económico Mundial reportó que las mujeres percibieron sueldos hasta un 20% menos que los hombres el año pasado; dicha cifra se incrementa hasta un 30% en puestos de liderazgo, lo que evidencia una brecha persistente en la equidad salarial.
En este sentido, Claudia González y Alejandra Quezada enfatizaron que impulsar el liderazgo femenino en el comercio internacional requiere más que intenciones, exige escucha activa, revisión salarial interna, políticas de apoyo reales y autocrítica para reconocer las fallas. Para ellas, es fundamental crear espacios de intercambio, fomentar la sororidad y aprender de las buenas prácticas de empresas globales para garantizar un entorno más equitativo.
A su vez, Norma Monroy destacó: “En el camino encontramos hombres con un fuerte compromiso con el avance de las mujeres, pero somos nosotras quienes debemos estar dispuestas a dar el siguiente paso. Prepararnos, confiar en nuestras capacidades y retomar las decisiones que hemos dejado de tomar, es clave para ocupar el lugar que nos corresponde”.
Finalmente, Paulina Aguilar, menciona que el crecimiento de las empresas lideradas por mujeres beneficia a las emprendedoras y a todas las industrias: "El comercio internacional es un motor de crecimiento para México, pero si seguimos dejando fuera a las mujeres de las decisiones clave, estamos desperdiciando una enorme oportunidad económica”. Para la co-fundadora y Chief Revenue Officer (CRO) de MUNDI, se “deben impulsar políticas de inclusión real que permitan a más mujeres acceder a financiamiento y liderazgo en la industria; apostar por las mujeres es una inversión estratégica para el futuro del comercio exterior mexicano”, concluye.