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Río South Texas y Tamaulipas unen fuerzas para crear clúster automotriz binacional

Río South Texas y Tamaulipas impulsan un clúster automotriz binacional para fortalecer la industria. La iniciativa busca crear un ecosistema regional con enfoque en innovación y competitividad.

Río South Texas, 10 de julio de 2025. Con la intención de detonar un ecosistema industrial transfronterizo en el sector automotriz, líderes regionales de ambos lados de la frontera se reunieron en la primera sesión oficial de estrategia para la Iniciativa Binacional del Clúster Automotriz de Río South Texas. El encuentro, organizado por el Consejo para el Progreso del Sur de Texas (COSTEP), busca consolidar una plataforma industrial compartida con el norte de Tamaulipas, capaz de aprovechar el potencial ya instalado en la región.

Esta reunión, que da continuidad a las conversaciones iniciadas por la Universidad de Texas en el Valle del Río Grande (UTRGV), fue considerada un punto de partida clave para alinear esfuerzos entre autoridades, empresarios, académicos y organismos de desarrollo económico de ambos países.

Durante el evento, se señaló que Tamaulipas ya ha avanzado de forma significativa en la creación de un clúster automotriz, mientras que en el sur de Texas esta idea comenzó a cobrar fuerza a finales de 2024. También se destacó que, si bien Estados Unidos cuenta con varios clústeres automotrices consolidados, la mayoría se ubican en regiones del norte, lo que representa una oportunidad estratégica para el sur del país y su vinculación con México.

Uno de los objetivos más urgentes de esta iniciativa es retener el talento local. De acuerdo con los organizadores, muchos jóvenes abandonan la región debido a la falta de oportunidades laborales alineadas con sus perfiles. Pese a que existen más de 140 operaciones relacionadas con la manufactura automotriz en la zona, la falta de una estrategia conjunta ha limitado su impacto económico y social.

Se propuso conformar grupos de trabajo colaborativos que integren a actores clave: desde organismos de desarrollo y empresas, hasta emprendedores e instituciones educativas. La visión compartida es que este clúster no será diseñado de manera cerrada, sino a través de la participación activa de todos los sectores involucrados.

Como parte del programa, la especialista mexicana Elisa Crespo, presidenta del Clúster Automotriz Metropolitano del centro de México, compartió su experiencia al frente de uno de los ecosistemas más exitosos del país. Con más de 25 años en la industria y representación de una región que incluye a Hidalgo, Ciudad de México y Estado de México, Crespo ofreció una perspectiva enfocada en competitividad, transformación digital y desarrollo del talento.

Explicó que el modelo de su clúster comenzó con solo cinco empresas y hoy reúne a 160, entre ellas diez firmas ancla globales como Bosch y Siemens. Este crecimiento ha permitido incidir directamente en políticas públicas a nivel nacional, incluyendo colaboración con las secretarías de Educación y Economía.

Durante su intervención, hizo un llamado a concentrarse en lo esencial y no distraerse con factores externos como los aranceles o la incertidumbre regulatoria. En su opinión, la competitividad debe ser el eje rector de cualquier estrategia de desarrollo industrial. También destacó que la automatización, la electrificación y la conducción autónoma están transformando el sector, por lo que será indispensable contar con personal técnico capacitado y adaptable.

Con base en un estudio respaldado por el Banco Interamericano de Desarrollo, Crespo presentó una taxonomía que identifica 178 roles laborales del futuro, los cuales combinan habilidades digitales, robóticas, de inteligencia artificial y competencias blandas. Subrayó que la tecnología no elimina al ser humano, sino que lo impulsa, y que el talento sigue siendo el principal activo frente a la disrupción.

Asimismo, planteó recomendaciones prácticas para el desarrollo regional, como implementar centros virtuales de formación, mapear capacidades industriales, fortalecer los vínculos entre universidades y empresas, y fomentar la colaboración entre PYMES y compañías globales. También citó casos de éxito como los modelos de capacitación de BMW y Toyota.

Al finalizar la reunión, se dejó claro que esta iniciativa no busca quedarse en una propuesta, sino convertirse en la base de uno de los ecosistemas industriales más innovadores y colaborativos de América del Norte. Desde la visión de los organizadores, este podría ser el primer clúster binacional en la región, pero no necesariamente el último.

Con información de Texas Border Business

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