León, Guanajuato, 10 de septiembre de 2025.- En el marco del Foro de Proveeduría Automotriz 2025, Oso Trava presentó la conferencia “Tácticas de cracks”, donde compartió experiencias personales y aprendizajes derivados de su trayectoria, con el objetivo de transmitir un mensaje de crecimiento personal y profesional.
Ante una audiencia compuesta por empresarios, proveedores y representantes de la industria automotriz, Trava definió lo que significa ser un “crack” y explicó cuáles son las tres características esenciales que distinguen a quienes buscan dejar huella en el mundo.
El conferencista comenzó su intervención relatando una vivencia extrema en el volcán Iztaccíhuatl, donde enfrentó condiciones adversas y situaciones de riesgo. Con esta narración, subrayó cómo los momentos de dificultad ponen a prueba la capacidad de tomar decisiones críticas y la importancia de rodearse de personas que impulsen a superar los propios límites.
A partir de esa experiencia, Trava planteó la pregunta central de su conferencia: ¿qué hace a un crack?. Según explicó, un crack es alguien que vive en sus propios términos, sin pedir permiso ni disculpas por lo que es, y que busca generar un impacto positivo en su entorno.
“Un crack vive sus propios términos buscando dejar un impacto positivo en el mundo”, aseguró.
Para llegar a esa definición, Oso Trava compartió el aprendizaje obtenido a lo largo de siete años entrevistando a personalidades destacadas en distintos ámbitos —atletas, artistas, empresarios y científicos— a través de su podcast. Esa experiencia le permitió identificar tres cualidades comunes a todos los cracks: autoconocimiento, pensar en grande y vivir con intenciones.
La primera característica, el autoconocimiento, implica saber quién se es realmente y actuar con fidelidad a los propios valores. Trava señaló que este rasgo es fundamental para tomar decisiones firmes y coherentes:
“El camino más directo al éxito profesional es el desarrollo personal; conozcámonos profundamente para poder tomar decisiones con las que nos comprometamos y generar acciones de impacto”.
También destacó que este proceso no solo se da a nivel filosófico, sino también práctico, al reconocer fortalezas y límites para enfocarse en lo que se domina y complementarse con otros en aquello donde no se tiene ventaja.
La segunda cualidad es pensar en grande. Para Trava, muchas veces las personas se limitan a sí mismas por temor al fracaso o por seguir expectativas externas, mientras que atreverse a soñar y aspirar a proyectos ambiciosos abre la puerta a resultados extraordinarios.
“Lo único que estamos haciendo es no ganar cuando jugamos chiquito. Los cracks no se conforman con cadenas pequeñas, se atreven a soñar y a jugar juegos grandes”, afirmó.
La tercera característica es vivir con intenciones. Esto significa despertar cada día con claridad de objetivos y disciplina para ejecutarlos, en lugar de depender de las circunstancias o del ánimo. Según explicó, los cracks establecen prioridades y las convierten en hábitos y rituales conscientes:
“Los cracks no se despiertan a ver cómo salió el día; tienen claras sus prioridades y las ejecutan con disciplina”.
Para ilustrar esta idea, enfatizó la diferencia entre los hábitos automáticos y los rituales intencionales, que permiten vivir con presencia y generar mayor impacto.
Además de detallar estas tres cualidades, Oso Trava subrayó que detrás de cada crack existe un trabajo constante de colaboración y aprendizaje. A través de ejemplos de personalidades entrevistadas en su podcast, mostró cómo el autoconocimiento profundo, combinado con una mentalidad de crecimiento y la capacidad de rodearse de personas que aporten perspectivas distintas, son elementos que potencian los resultados.
La conferencia cerró con un mensaje motivador: todos pueden adoptar estas tácticas en su vida diaria, independientemente de su profesión o circunstancias. Trava recordó que el éxito no se trata de seguir definiciones ajenas, sino de construir la propia. “Cuando persigues el éxito definido por los demás, llegas al final del camino y descubres que esa no era tu meta. En cambio, cuando lo defines en tus propios términos, la vida se convierte en algo que vale la pena”, concluyó.