Ciudad de México, 24 de julio de 2025.- En 2024, México se consolidó como el segundo mercado mundial en importaciones de motocicletas procedentes de China, al alcanzar un valor de 1,307 millones de dólares, solo por debajo de Estados Unidos, que registró 1,752 millones, de acuerdo con la Administración General de Aduanas de China. En una década, la cifra mexicana se cuadruplicó: en 2014 era de apenas 323 millones de dólares.
El crecimiento fue especialmente acelerado entre 2023 y 2024, con un alza del 45.7% anual. Aunque no es la expansión más alta registrada —pues en 2021 se alcanzó un aumento de 58.8% respecto al año anterior—, sí refleja un momento clave en la transformación de la movilidad urbana en México, donde la motocicleta se ha convertido en una opción de transporte accesible y funcional.
En el país, las motocicletas de origen chino ganan terreno por su bajo precio, mantenimiento económico y facilidad de financiamiento. Además, su versatilidad en entornos urbanos y rurales las hace especialmente útiles para actividades laborales como el reparto.
Esta preferencia también está motivada por la amplia disponibilidad de refacciones, una red de soporte cada vez más robusta y la variedad de modelos disponibles. Marcas mexicanas como Italika, de Grupo Elektra, aprovechan este fenómeno ensamblando motos con partes importadas desde China.
El ensamble de motocicletas representa una oportunidad atractiva para el desarrollo industrial, ya que es menos complejo que otros procesos automotrices, lo que abre espacio para nuevos negocios. En 2024, México importó autopartes para motocicletas por un valor de 718 millones de dólares, de los cuales el 78% provino de China, según cifras de Data México.
Sin embargo, la tensión comercial entre China y Estados Unidos introduce un factor de incertidumbre, dado que México podría verse obligado a redefinir su papel como socio manufacturero y comercial en la región.
En 2024, China se mantuvo como el mayor exportador global de motocicletas con un total de 15,533 millones de dólares. Su liderazgo se explica no solo por sus bajos costos, sino por su capacidad tecnológica, variedad de productos y producción a gran escala.