Ciudad de México, 26 de septiembre de 2025 – El pasado 24 de septiembre, en un formato íntimo y cercano —café en mano, respuestas sin guion y anécdotas desde planta— el sector automotriz desmenuzó la coyuntura: aranceles, revisión del T-MEC, nearshoring y el reto de financiar pymes para que entren a los grandes eslabones de proveeduría.
“Nos encanta este tipo de dinámicas disruptivas con medios”, abrió Elisa Crespo, subrayando el tono ameno del encuentro que moderó Paulina Aguilar (Mundi); el Conversatorio-Desayuno “Acelerando la Industria Automotriz: Retos y Oportunidades” en el restaurante Testal en Polanco.
Entre los participantes se encontraba Paulina Aguilar, cofundadora de Mundi; Gabriel Padilla Maya, Director General de la Industria Nacional de Autopartes (INA); Guillermo Bernal, Director de Asuntos Públicos, AmCham; Elisa Crespo Ferrer, Presidenta Ejecutiva, del Cluster Automotriz Metropolitano; Daniel Romero, Presidente de la Comisión Automotriz CANACINTRA Querétaro.
Tras las presentaciones, la conversación pasó de las semblanzas al terreno de los datos: ¿dónde está parada hoy la industria automotriz mexicana? Para enmarcar la discusión, Gabriel Padilla abrió con un diagnóstico del eslabón de autopartes.
Padilla recordó que la industria de autopartes mexicana desplazó a Alemania tras 2021 y se mantiene en el top 4 mundial (detrás de China, EE. UU. y Japón). INA agrupa 700 plantas y alrededor del 80–90% de la producción nacional, valuada en más de 121 mil millones de dólares, se dijo en la mesa.
“El 43% de las partes que EE. UU. necesita para fabricar un auto proviene de México”, apuntó, y describió un “efecto W”: inventarios, aranceles y una desaceleración en EE. UU. que pegó en el primer semestre (entre 7–8% por debajo de 2023), con expectativa de retomar expansión tras la revisión de 2026 y un repunte hacia 2027.

En el terreno operativo, más del 50% de las empresas aplicaron paros técnicos para preservar empleo. La burocracia aduanera y cuellos de botella en puertos y aeropuerto obligan a elevar inventarios: “capital de trabajo inmovilizado” que presiona a proveedores.
Para Guillermo Bernal, la clave es encauzar el diálogo por la vía de consultas y cuarto de junto.
El T-MEC está más vivo que nunca; debemos llegar a la revisión con la tarea hecha y hablar con una sola voz”, dijo.
La modernización deseable incluye reglas de origen y trazabilidad, facturación homologada, un capítulo de semiconductores, lineamientos de ciberseguridad e inteligencia artificial y, eventualmente, ajustes al Mecanismo de Respuesta Rápida.
El Plan México pone la mira en elevar el contenido nacional e insertar pymes (Tier 2, Tier 3 y “Tier N”). La INA propuso institucionalizar pilotos con IFC/Banco Mundial y modernizar los programas IMMEX/Certificación IVA-IEPS (un “IMMEX 4.0”) para facilitar exportación y atraer inversión sin mermar controles.
“La competencia no es dentro de Norteamérica; es frente a Asia y Europa”, insistió Padilla. El objetivo: defender 1.3 millones de empleos del ecosistema automotor.
“Ya vemos 11 proyectos de electromovilidad avanzando este año”, destacó Paulina Aguilar, pero advirtió que faltan red de carga, energía limpia y asequible, y cadena de baterías (litio, cobalto, níquel).

Daniel Romero pidió aterrizar la industria 5.0, manufactura aditiva y mantenimiento predictivo en líneas reales, y llevar economía circular y criterios ESG desde Tier 1 a Tier 2/Tier 3. Citó tres ejes de gestión: “velocidad, estabilidad y empatía”.
Pero para que esa transformación pase de pilotos aislados a escala de cadena, el insumo crítico no es solo capital o maquinaria, sino personas. Con esa premisa, la conversación viró hacia la formación y especialización que México requiere para capturar el valor de la industria 5.0.
México gradúa a más de 450 mil técnicos e ingenieros al año, pero se requiere especialización. Crespo propuso currículas actualizadas, educación continua y reforzar el modelo academia-industria-gobierno (triple hélice). Mencionó además que el reciente encarecimiento de la visa de trabajo (se habló de ~3 millones de pesos, ~100 mil USD) obliga a apostar más por el capital humano local.
Para que ese talento encuentre condiciones reales de competencia, hay que saber cómo proteger y escalar.
“Los aranceles pueden proteger e impulsar sustitución si se aplican quirúrgicamente por fracción arancelaria y sin dañar competitividad”, advirtió Bernal.
La mesa coincidió en regular con claridad la inversión extranjera directa (IED) china en México para asegurar empleos de calidad y cumplimiento normativo, sin perder de vista que México es socio #1 de EE. UU. y debe cuidar la competitividad regional.

Desde planta, Romero reportó que, tras un arranque lento, los proyectos se reactivan (caso Golf que regresa a Puebla), pero pidió menos trabas en aduanas. Estimó 4.0 – 4.1 millones de vehículos producidos al cierre de 2025, con una baja de 2.5 – 3% en ventas del primer semestre; las exportaciones crecen ~1.5%.
Para Mundi, la financiación determina si una pyme puede sostener inventarios y ciclos de cobro sin ahogarse.
“El financiamiento es columna vertebral: sin capital de trabajo, las pymes no capturan las oportunidades del nearshoring”, cerró Aguilar.
El desayuno terminó como empezó: ameno y personal, con acuerdos sobre el qué (competitividad regional, contenido nacional, talento y facilitación) y una consigna común para 2026–2027: convertir la incertidumbre en ventaja y llegar unidos a la revisión del T-MEC.
Redacción y fotografías: Daniela Quevedo, Corresponsal de Cluster Industrial en Ciudad de México.