En el verano de 2018, Toyota presentó en Japón una solicitud de patente para un sistema inteligente de dispersión de fragancias o incluso gases lacrimógenos.
El sistema funciona así y es personalizable: si un usuario autorizado ingresa al automóvil, el dispersor emanará su fragancia preferida durante su estancia como ocupante. Si el automóvil detectara un intruso, ya sea mediante la rotura de un cristal, una puerta forzada o un encendido forzado del motor, se rociará gas lacrimógeno en la cabina.
Algunos modelos de marcas premium como Mercedes Benz ya incorporan la opción de dispersar fragancias, sin ser personalizables ni mucho menos poder ser usados como disuasivos de defensa.
El sistema no solo puede rociar el aroma preferido del ocupante en su ingreso, sino desde que es detectado acercándose al vehículo, y puede desodorizarse sin problemas cuando este se va u otro ocupante autorizado ingresa al auto.
El reconocimiento de usuarios funcionaría mediante dispositivos móviles reconocidos y emparejados al automóvil.
Cabe destacar que la opción del gas lacrimógeno fue presentado como solo eso, una opción, y aunque no significa que sería usado (el dispersar fragancias agradables sí), esta patente abre posibilidades a nuevas formas de seguridad en los vehículos.