Ciudad de México, 12 de noviembre de 2025.– En el marco de Industrial Transformation México (ITM) 2025, se llevó a cabo la conferencia “Cadenas que conectan el futuro: fortaleciendo la movilidad regional”, impartida por Francisco González, presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA). Durante su participación, González presentó una visión integral sobre el papel de México en la nueva dinámica de la industria automotriz global, resaltando el liderazgo del país en exportación, inversión y manufactura, así como los retos que enfrenta la región ante la transición tecnológica y la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
González explicó que las autopartes y vehículos son los productos manufacturados más exportados por México, representando cerca del 40% del total de exportaciones nacionales. Cada día, el país envía a Estados Unidos alrededor de 7,600 vehículos y 260 millones de dólares en autopartes, lo que confirma su posición como uno de los pilares económicos más relevantes. A pesar de los cambios globales, la inversión extranjera directa en el sector continúa creciendo y se estima que alcance los 2,700 millones de dólares en 2025, lo que demuestra la confianza internacional en la industria mexicana.
Los principales centros de producción se concentran en Coahuila, Guanajuato, Nuevo León, Chihuahua y Querétaro, que juntos integran la mayor parte del valor manufacturero nacional. Sin embargo, nuevas regiones comienzan a sumarse a esta red: Yucatán y Tabasco, por ejemplo, ya albergan decenas de empresas que fortalecen la huella industrial del país. Este fenómeno, explicó González, demuestra que la industria no solo se consolida en el norte y centro, sino que se expande hacia otras regiones, generando empleo y desarrollo.
El mercado estadounidense continúa siendo el destino más importante para las autopartes mexicanas. La relación entre ambos países es tan estrecha que cuando crece la venta de vehículos en Estados Unidos, también aumenta la producción mexicana. Actualmente, 43% de las autopartes importadas por Estados Unidos provienen de México, lo que consolida una interdependencia económica que ha resistido crisis y cambios políticos.
El ponente subrayó que, incluso con la competencia de otros países como Canadá, Japón o Alemania, ninguno alcanza el volumen que México exporta hacia su vecino del norte. Para él, esta fortaleza no solo es comercial, sino también estratégica, pues garantiza a Estados Unidos una cadena de suministro confiable y cercana.
Durante su presentación, González señaló que el modelo de globalización ha comenzado a transformarse hacia una etapa de regionalización, impulsada por los nuevos desafíos logísticos y geopolíticos. México, dijo, se encuentra en una posición privilegiada dentro de América del Norte, donde 55% de la manufactura latinoamericana se realiza en territorio nacional. Esta situación, afirmó, coloca al país como el socio más sólido para sostener la movilidad regional del futuro.
Al abordar la revisión del T-MEC, González explicó que las reglas de origen y los contenidos regionales han incentivado la llegada de nuevas inversiones. La necesidad de aumentar el porcentaje de autopartes fabricadas en la región ha motivado a empresas de China, Japón y Corea a establecer plantas en México. Además, los programas impulsados por Estados Unidos para fomentar la producción de semiconductores y baterías en América del Norte representan una oportunidad clave para la industria mexicana.
El dirigente reconoció que México ha sabido aprovechar las ventajas del tratado y de su cercanía con Estados Unidos. Gracias a ello, el país cuenta con una infraestructura robusta y una mano de obra calificada, aunque advirtió que estos mismos factores exigen seguir invirtiendo en capacitación y tecnología. En su opinión, la competitividad futura dependerá de fortalecer la innovación, la digitalización y la transición hacia vehículos eléctricos.
En un mensaje de confianza hacia el futuro, González destacó que México se ha ganado un papel de liderazgo en la región gracias a su talento y capacidad productiva. Dijo que la industria nacional no solo busca fabricar piezas, sino construir un futuro de movilidad inteligente, sostenible y regionalmente integrada.
Concluyó asegurando que el país vive un momento histórico, en el que su compromiso con la industria automotriz lo coloca como un referente mundial en cadenas de suministro, electromovilidad y manufactura avanzada.