Ciudad de México, 21 de julio de 2025.- El crecimiento de marcas automotrices chinas en el mercado mexicano ha generado tensiones en la industria, no solo por su acelerada penetración, sino por la opacidad con la que algunas operan. Firmas tradicionales, que desde hace años reportan sus cifras de producción, exportación y ventas al INEGI, expresaron su inconformidad ante la falta de transparencia de ciertos fabricantes asiáticos que evitan compartir datos clave sobre su desempeño comercial.
Frente a este panorama, actores del sector automotor promueven una iniciativa para que la Secretaría de Economía actualice la Norma Oficial Mexicana (NOM) en materia de información comercial, con un enfoque específico en el rubro automotriz. El objetivo es que se establezcan obligaciones claras para todos los participantes, garantizando acceso a estadísticas confiables y evitando prácticas desleales en el mercado.
Desde la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), se advirtió que hay marcas, principalmente chinas, que han dejado de entregar sus cifras al INEGI, generando un vacío de información que distorsiona la lectura real del sector. Su presidente, Guillermo Rosales, consideró que esta situación compromete la integridad de las estadísticas y afecta la planeación de quienes dependen de esos datos para operar y competir.
Mientras firmas de origen alemán, japonés, coreano y estadounidense han reportado sus números de forma continua desde 2005, algunas armadoras chinas como MG, Changan, JAC, GWM, Foton, Auteco y Motornation también lo han hecho desde su arribo a México. No obstante, otras compañías, como Chirey, Omoda y Jetour, decidieron suspender temporalmente sus reportes al INEGI a inicios de este año, a la espera de recuperar niveles de ventas. En paralelo, marcas como BYD, Geely, GAC Motor, SEV, Bestune y Zeekr iniciaron operaciones en el país sin integrarse aún al esquema de reporte oficial.

La propuesta de modificar la NOM busca evitar que este tipo de omisiones se sigan replicando. El nuevo enfoque normativo incluiría criterios de transparencia dirigidos a proteger tanto al consumidor como a los competidores, y permitiría que la autoridad imponga sanciones en caso de incumplimiento.
Actualmente, el INEGI carece de facultades legales para exigir la entrega de información por parte de las empresas automotrices. Su función se limita a recopilar los datos proporcionados de manera voluntaria por las marcas, situación que deja en desventaja a quienes sí cumplen con esta práctica de rendición de cuentas.
Pese a estas limitaciones, el avance de los fabricantes chinos ha sido significativo. Las marcas que sí comparten cifras con el INEGI acumularon 56,086 unidades vendidas, representando ya el 8.2% del mercado nacional. A ello se sumarían cerca de 50,000 unidades más estimadas por las empresas que aún no transparentan sus cifras.
Ante este escenario, hay quienes dentro de la industria advierten que, si no se actúa pronto para equilibrar las condiciones, más fabricantes podrían dejar de informar al INEGI, debilitando aún más la calidad de las estadísticas del sector automotor mexicano.
Con información del Economista
