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Hacia una industria más eficiente: microrredes y energía renovable como estrategia ESG

Ciudad de México, 5 de marzo de 2025.- El 5 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Eficiencia Energética, una fecha para reflexionar sobre el uso responsable y sostenible de la energía. Desde su instauración en 1998 durante la Primera Conferencia Internacional de la Eficiencia Energética en Austria, este día busca sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de optimizar los procesos de producción y consumo energético, promoviendo fuentes renovables en lugar de combustibles fósiles.

Para Manuel Ahumada, Socio Director de Enlight, empresa mexicana especializada en soluciones energéticas renovables, “la eficiencia energética no significa renunciar al confort ni a la productividad, sino encontrar formas más inteligentes y sostenibles de utilizar la energía. Es un cambio de paradigma que impulsa la competitividad empresarial y la protección del medio ambiente”.

En el panorama del consumo energético, el sector industrial es un pilar fundamental de la economía global, sin embargo, también es el mayor emisor de CO₂, ya que representa casi la mitad de las emisiones totales de consumo final. De acuerdo con el World Energy Outlook de la Agencia Internacional de Energía, en 2023 la demanda de energía de este sector creció un 2%, mientras que las emisiones aumentaron menos del 1%. Este crecimiento en la demanda energética está mayormente concentrado en mercados emergentes y economías en desarrollo, que suman más del 70% del total global.

China, por ejemplo, ha sido responsable de dos tercios del aumento en la demanda mundial de electricidad, impulsada por la electrificación de procesos industriales y el crecimiento en el uso de electrodomésticos y sistemas de refrigeración. Se estima que, hasta 2050, los mercados emergentes y las economías en desarrollo serán responsables del 70% del incremento total en la demanda eléctrica. India, en particular, se proyecta como el tercer mayor consumidor de electricidad para 2050, con una tasa de crecimiento superior al 4% anual en todos los escenarios.

Consumo energético industrial en México

En México, la industria representa el 32% del Producto Interno Bruto (PIB) y consume el 62% de la electricidad del país. Este sector ha experimentado un crecimiento considerable en los últimos años, impulsado por la industrialización, el aumento de los servicios digitales y el nearshoring. Sin embargo, el suministro eléctrico ha sido un desafío constante. Según datos de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP), el 91% de los parques industriales reportó fallas de energía en 2023, afectando regiones clave como Nuevo León, Guanajuato y Jalisco. Estas interrupciones, además de mermar la productividad, incrementan los costos operativos de diversas industrias, desde el sector manufacturero hasta el automotriz.

En este contexto, las microrredes emergen como soluciones innovadoras para mejorar la eficiencia energética y fortalecer las estrategias Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) de las empresas. Las microrredes son sistemas energéticos locales que pueden operar de manera independiente o conectados a la red principal, integrando generación distribuida, almacenamiento de energía y sistemas inteligentes de gestión. Estas permiten a las empresas generar y consumir su propia energía de forma eficiente, reduciendo la dependencia de un sistema eléctrico centralizado y, por ende, minimizando las interrupciones en el suministro. Además, al administrar la producción y el consumo eléctrico a nivel local, las microrredes evitan las pérdidas de energía que ocurren durante la transmisión en modelos de generación centralizada, optimizando así el uso de la electricidad.

Manuel Ahumada destaca: “Las microrredes son altamente eficaces para asegurar un suministro eléctrico confiable y, además, desempeñan un papel clave en la sostenibilidad ambiental de las empresas al alinearse con criterios ASG. Asimismo, permiten que las baterías se carguen en momentos de menor demanda, lo que optimiza el consumo energético y contribuye a la estabilidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) de México”. Al generar y consumir energía localmente, las empresas pueden evitar las fluctuaciones tarifarias de la red pública, beneficiándose de costos eléctricos más estables y predecibles, lo que facilita una planificación financiera más precisa.

La implementación de microrredes permite a las empresas reducir su huella de carbono al incorporar fuentes de energía renovable como la solar y la eólica. Además, ofrecen flexibilidad operativa, lo que permite a las organizaciones adaptarse a variaciones en la demanda energética y optimizar sus costos. “Al adoptar microrredes, las empresas pueden mejorar su eficiencia energética y, de paso, fortalecer su reputación corporativa al demostrar un compromiso tangible con la responsabilidad ambiental y social”, añade Ahumada. Las microrredes también proporcionan autonomía energética, permitiendo a las industrias mantener operaciones críticas durante fallos de la red principal, lo que garantiza la continuidad operativa y minimiza las pérdidas económicas asociadas con interrupciones en el suministro eléctrico.

La instalación de más de 100 proyectos industriales en los últimos años, con inversiones superiores a los 30 mil millones de dólares, ha incrementado exponencialmente las necesidades energéticas en México. Esto resalta la urgencia de soluciones como las microrredes. Además del sector industrial, otros sectores económicos como el retail y la hospitalidad, que representan el 36.6% del consumo energético nacional, también pueden beneficiarse de la implementación de microrredes para mejorar su competitividad y resiliencia energética.

De cara al Día Mundial de la Eficiencia Energética, Enlight recalca la importancia de que las empresas, especialmente en sectores industriales, adopten soluciones innovadoras para optimizar su consumo energético. Esta adopción es tanto una necesidad operativa como un pilar de las estrategias ASG, pues contribuye a un futuro más sostenible y resiliente. Como concluye Manuel Ahumada: “la eficiencia energética es un pilar fundamental para el desarrollo sostenible, y las microrredes son una herramienta clave para alcanzarla”.

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