Ciudad de México, 18 de agosto de 2025 – Después de varios días de negociaciones y estancamientos entre los Estados miembros de la ONU, el Tratado sobre los Plásticos no fue aprobado en Ginebra, lo que debilita los esfuerzos internacionales para frenar la contaminación por plásticos y retrasa acciones urgentes para transformar la cadena de valor de los plásticos.
El proceso de discusión del Tratado sobre los Plásticos involucró debates complejos en cinco frentes principales:
● Eliminación progresiva de productos y químicos plásticos problemáticos, con foco en los componentes químicos más dañinos para la salud y el medio ambiente;
● Armonización de criterios para el rediseño de productos y empaques desde una perspectiva de economía circular, incluyendo la reutilización, reparación, remanufactura y reciclabilidad;
● Gestión de residuos y responsabilidad extendida del productor (REP);
● Límites a la producción de plástico virgen;
● Financiación de la transición, con desacuerdos entre los países del Sur Global y del Norte Global.
Sin embargo, se ha observado una alineación construida a lo largo de los últimos tres años de negociaciones entre la mayoría de los países, empresas y sociedad civil en torno a un enfoque integral para abordar la contaminación por plásticos a lo largo de todo su ciclo de vida. En un comunicado oficial, la Business Coalition for a Global Plastics Treaty mencionó:
“Nos alienta la mayor claridad alcanzada a través de tres años de negociaciones sobre regulaciones globales armonizadas en todo el ciclo de vida de los plásticos, necesarias para abordar eficazmente la contaminación por plásticos, y la alineación de más de 100 países en los elementos clave – incluyendo eliminaciones progresivas, diseño de productos y Responsabilidad Extendida del Productor (REP). Reiteramos nuestro llamado a una regulación coherente y armonizada sobre estos elementos”.

El papel de México en las negociaciones
“Durante las negociaciones, México demostró una postura ejemplar y altamente ambiciosa, a pesar de ser un gran productor de resina plástica con una fuerte industria petroquímica. El país apoyó medidas audaces para eliminar plásticos problemáticos, promover el rediseño de empaques y avanzar en soluciones de economía circular, demostrando que el desarrollo industrial puede ir de la mano con la responsabilidad ambiental, aunque no se haya alcanzado un acuerdo final”, afirma Pedro Prata, Gerente Sénior de Instituciones y Políticas para América Latina de la Fundación Ellen MacArthur, quien estuvo presente en las negociaciones en Ginebra.
“En este periodo de incertidumbre, sin un tratado global y sin claridad sobre los próximos pasos, el papel de las empresas y sus acciones voluntarias cobra aún más relevancia. Aunque limitadas para abordar ampliamente la crisis del plástico, estas iniciativas avanzan en esa dirección y mantienen el tema en el centro de atención. Durante el proceso del Tratado, la mayoría de los países mostró acuerdo sobre normas armonizadas que cubren todo el ciclo de vida de los plásticos, por lo que los gobiernos pueden apoyarse en esa alineación para unir fuerzas y habilitar soluciones más integrales para enfrentar la crisis del plástico. El resultado final es, sin duda, decepcionante, pero estos tres años de discusiones han significado un gran avance en la comprensión global de lo que es la contaminación por plásticos y, obviamente, que requiere una respuesta inmediata”, concluye Prata.
Cada año, México genera una contaminación plástica significativa que impacta fuertemente al medio ambiente, pero los datos suelen enfatizar los desafíos en la gestión de residuos y el reciclaje más que la cantidad exacta de residuos plásticos que ingresan al entorno. Según un informe de políticas de 2022 del Nicholas Institute for Environmental Policy Solutions de la Universidad de Duke, México tiene una alta tasa de recolección de residuos (91%), pero gran parte de estos residuos se disponen de manera inadecuada en vertederos no regulados o terminan filtrándose al medio ambiente.
Además, se estima que solo la Ciudad de México genera 86,000 toneladas de residuos plásticos al año a través del empaquetado del comercio electrónico, gran parte del cual se maneja incorrectamente, contribuyendo a la contaminación ambiental, incluidos los microplásticos. La urgencia de una acción efectiva sigue siendo incuestionable.