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Foxconn vende su planta que fabricaría EV's en Ohio por 375 mdd

Foxconn anunció la venta de su planta en Lordstown, Ohio, por $375 millones de dólares, marcando un giro en su estrategia de manufactura de vehículos eléctricos en EE.UU.

Planta de Foxconn en Lordstown, Ohio. Fuente: InsideEVs.

Lordstown, Ohio, 04 de agosto de 2025.- Foxconn, el gigante taiwanés conocido globalmente por fabricar iPhones, ha anunciado la venta de la planta automotriz de Lordstown, Ohio, adquirida a General Motors en 2022 con la intención de convertirla en un centro clave para la producción de vehículos eléctricos (EVs) en Estados Unidos. El complejo será transferido a una misteriosa entidad llamada Crescent Dune LLC, creada apenas días antes en el estado de Delaware, por un valor total de 375 millones de dólares.

De acuerdo con documentos presentados ante la bolsa de valores de Taiwán y reportes de Automotive News, la transacción incluye:

  • $88 MDD por los terrenos e instalaciones industriales.
  • $257 MDD por maquinaria y equipo, gestionados por EV Asset Management, subsidiaria de Foxconn.
  • $30 MDD adicionales en activos vendidos por otra subsidiaria: EV System LLC.

Aunque Foxconn afirma que seguirá participando en actividades de manufactura dentro de la planta como proveedor para clientes actuales —como el fabricante de tractores eléctricos Monarch—, también se ha reportado que el sitio podría convertirse en un centro de producción de servidores para inteligencia artificial (IA), en un giro que aleja a la compañía del ensamble automotriz masivo que originalmente se proyectaba.

Impacto en la cadena de suministro automotriz de Norteamérica

La venta de Lordstown representa otro duro golpe para la consolidación de un ecosistema robusto de manufactura de vehículos eléctricos en el medio oeste estadounidense. Desde que Lordstown Motors fracasó con su pickup eléctrica Endurance y se declaró en bancarrota en 2023, el sitio ha visto múltiples intentos fallidos de reactivación, incluyendo conversaciones no concretadas con startups como Fisker y con posibles alianzas con Nissan.

Para la cadena de suministro regional, esta decisión implica:

  • Menor tracción para Tier 1 y Tier 2 en la región de Ohio-Pennsylvania, donde se esperaba una derrama de contratos de manufactura.
  • Desplazamiento de oportunidades hacia plantas más consolidadas en el sur de EE.UU. o México, donde ya operan ensambladoras con programas definidos de EVs.
  • Cambio de vocación industrial para el complejo de Lordstown, que ahora podría migrar hacia tecnologías emergentes como centros de datos, IA y servidores, con una cadena de proveeduría completamente distinta.

Este desenlace también debilita el papel de Ohio como “hub de electrificación automotriz”, pese a su infraestructura industrial, conectividad logística y tradición en manufactura. Mientras tanto, Foxconn continúa desarrollando vehículos eléctricos en Asia mediante una joint venture con Yulon Motor, fabricando modelos como el Model C (Luxgen n7) y acuerdos recientes con Mitsubishi para mercados como Australia y Nueva Zelanda.

¿Qué sigue para Foxconn y el ensamble automotriz en EE.UU.?

La salida de Foxconn de Lordstown abre una interrogante sobre si los fabricantes por contrato pueden realmente consolidar una operación sustentable de EVs en suelo norteamericano. Mientras que en Asia el modelo de "vehículos listos para rebrandear" tiene cierto éxito, las condiciones del mercado estadounidense —más fragmentado y con fuerte competencia— parecen exigir estrategias más sólidas y alianzas más profundas con OEMs tradicionales.

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