León, Guanajuato, 26 de noviembre de 2025.- En entrevista con Cluster Industrial, Aidana Velázquez, Gerente de Relaciones Institucionales de Enlight, expuso una radiografía precisa de los retos y oportunidades que enfrenta la inversión privada en generación eléctrica en México. Desde su perspectiva, el país atraviesa un proceso de reacomodo regulatorio y operativo que, aunque ya comenzó a destrabarse, aún requiere ajustes para acelerar la entrada de nuevos proyectos energéticos, particularmente aquellos vinculados a energías renovables, almacenamiento y modelos de financiamiento innovadores.
Velázquez explicó que durante años se acumuló un problema estructural: la infraestructura eléctrica dejó de ser suficiente para atender la demanda creciente del país. Esto generó barreras para nuevas inversiones, especialmente porque el marco regulatorio no acompañaba con claridad el desarrollo de proyectos privados. Sin embargo, indicó que desde octubre del año pasado se han emitido instrumentos legales y regulatorios que comienzan a dar certidumbre, aunque el reto ahora está en su integración y puesta en práctica.
Afirmó que, aunque ya existe una mayor claridad en el diseño regulatorio, el desafío actual se relaciona con la ejecución, es decir, con la velocidad en que se aplican los reglamentos, formatos y metodologías que permiten que los proyectos avancen. Señaló también que el financiamiento estuvo trabado durante un tiempo, pero recientemente han comenzado a observarse nuevos flujos de inversión y mayor interés por parte de fondos privados.
Respecto a los incentivos financieros, Velázquez fue contundente al afirmar que los actuales no son suficientes. Desde su experiencia, es necesario complementar los esquemas tradicionales con mecanismos más flexibles que permitan integrar tecnologías de generación y almacenamiento sin que las empresas tengan que asumir toda la carga de inversión inicial. Explicó que Enlight opera un fondo llamado Net Zero Fund, que en su segunda fase impulsa proyectos mediante modelos como los PPA, en los cuales el cliente solo paga por la energía mientras la empresa se encarga del activo. Esto, dijo, libera a los industriales de la carga financiera y agiliza la adopción tecnológica.
A su vez, destacó el creciente interés del sector industrial por el almacenamiento energético. Señaló que modelos como Storage as a Service, donde el proveedor absorbe el costo del equipo y el cliente paga una tarifa recurrente, se han vuelto una alternativa viable para industrias como manufactura automotriz, plásticos y parques industriales. Estos esquemas, dijo, permiten contratos de 10 a 20 años, facilitando la planeación financiera y operativa.
En cuanto a la certidumbre que necesita la industria para atraer mayor inversión, Velázquez apuntó a la importancia de la claridad regulatoria, la flexibilidad de los modelos de implementación y la transparencia, particularmente bajo los principios ESG. Comentó que muchas empresas justifican sus inversiones en energía limpia para cumplir metas corporativas y que esto las hace más receptivas a modelos sustentables bien estructurados.
Sobre la meta de participación privada del 46% en la generación eléctrica nacional, explicó que el porcentaje corresponde exclusivamente a la gran escala, es decir, a proyectos que venden energía al mercado. Diferenció este segmento de la generación distribuida —que históricamente ha impulsado el crecimiento renovable en México y que es totalmente privada— y del autoconsumo, que ahora tiene un rango ampliado desde 0.7 hasta 20 megawatts. Aclaró que las convocatorias recientes no consideran estos dos segmentos, aunque serán determinantes para el avance del sector por su dinamismo y tendencia positiva.
Velázquez detalló que Enlight ha sido pionera en integrar tecnologías a través de modelos como las microrredes, que combinan generación solar, baterías y sistemas redundantes. Explicó que la compañía tiene experiencia acumulada de siete años en almacenamiento, incluso antes de que la tecnología fuese ampliamente adoptada, y subrayó que la reducción de costos en baterías durante la última década ha sido un factor decisivo para su expansión.
Aseguró que México estaba rezagado respecto a otros países de América Latina, pero que en los últimos meses ha comenzado a acelerar la integración de sistemas de almacenamiento, un componente esencial para mejorar la estabilidad y eficiencia del sistema eléctrico.
“Qué bueno que México ya nos pusimos en este carril”, afirmó.
Al final de la entrevista, Velázquez reflexionó sobre la importancia de que las tecnologías y la manufactura impulsen la inversión en generación limpia. Señaló que la industria busca producir más con menos, optimizar recursos humanos y financieros y reducir pérdidas por fallas eléctricas.
Enfatizó que la tecnología “llega siempre para hacerlo más fácil”, lo que permite a las empresas mejorar su productividad, reducir costos y lograr una operación más estable y sustentable. Concluyó que, al observar resultados directos como la disminución de consumos en horas pico y la continuidad operativa gracias a sistemas de respaldo, las empresas aceleran naturalmente la adopción de estas soluciones, consolidando un ecosistema tecnológico que contribuye a un uso más eficiente y competitivo de la energía en México.
