Ciudad de México, 3 de octubre de 2025.— En el cierre del XXIII Congreso Internacional de la Industria Automotriz en México (CIIAM 2025) estuvo marcado por un panel vibrante y profundamente estratégico: “Sostenibilidad y electromovilidad: oportunidades para proveedores regionales”, en el que participaron representantes de FORVIA (Clarion Electronics), Deloitte, VEMO y la Electric Mobility Association (EMA).
Moderado por Brenda Bravo, de EMA, el panel abordó las transformaciones tecnológicas y normativas que vive la cadena de suministro automotriz ante la transición energética global, con especial atención en cómo los proveedores Tier 2 y 3 pueden integrarse al nuevo ecosistema de movilidad eléctrica.

FORVIA: La sostenibilidad empieza desde el diseño
La intervención de Anna Frank, Vicepresidenta de Compras para América en FORVIA Clarion Electronics, fue una de las más completas del evento. Más allá de hablar de una tecnología aislada, Frank insistió en que la electromovilidad debe entenderse como un enfoque integral, que involucra todo el ecosistema de proveeduría y diseño desde el origen.
“Nos enfocamos muchas veces solo en el vehículo, pero la innovación y la sostenibilidad deben estar presentes desde el diseño, desde el inicio de la cadena. Reducir residuos y emisiones empieza ahí”, subrayó.
Desde 2019, FORVIA ha integrado políticas activas para fomentar el uso de materiales reciclados, trazabilidad completa de procesos, y soluciones inteligentes para electrificación. Anna compartió que la empresa ha digitalizado sus procesos de evaluación ESG a través de la plataforma EgoBuddy, implementada desde 2017.
“Hoy, el desempeño en sostenibilidad ya es un requisito para participar en proyectos. Si un proveedor no cumple con ciertos porcentajes o no tiene un plan de acción, simplemente no puede ser considerado”, afirmó.
También destacó las alianzas internacionales que han reforzado esta visión, como con el sistema REACH de la UE, estándares de datos de materiales en cumplimiento a IMDS, y la trazabilidad de minerales de conflicto, con el fin de asegurar un enfoque sustentable y ético desde el abastecimiento hasta la manufactura.

¿Y las pymes? También pueden integrarse
Contrario a la creencia de que solo las grandes empresas pueden participar en la transición hacia la electromovilidad, Frank fue clara:
“Las pymes sí pueden ser parte. Necesitan certificaciones ESG, digitalizarse, medir KPIs básicos como entregas, y tener disposición para adaptarse. Desde compras, no esperamos perfección a la primera, pero sí compromiso para llegar al resultado deseado”, explicó.
Además, subrayó que la sostenibilidad debe ser un compromiso colectivo:
“Más del 90% del impacto ambiental viene del alcance 3, es decir, de nuestra cadena de valor. No basta con que FORVIA actúe sola. Debemos trabajar todos: OEMs, Tiers, pymes, gobierno”, sentenció.

Electrificación y ESG: perspectiva de Deloitte y VEMO
Alfredo Molina, de Deloitte, reforzó que la agenda ESG no es pasajera, sino una transformación estructural que atraviesa desde el abastecimiento energético hasta la gobernanza corporativa:
“Los proveedores deben adoptar eficiencia energética, economía circular, salario emocional, programas comunitarios, y reporteo normativo. Solo así podrán competir globalmente”, dijo.
Constantino Rodríguez, de VEMO, habló sobre la viabilidad operativa de flotas eléctricas, resaltando ahorros en mantenimiento y operación, y la necesidad de integrar soluciones de carga como parte del modelo de negocio:
“No todas las rutas o empresas pueden electrificarse, pero muchas sí. Hay que identificar esas oportunidades y adaptarse. Las decisiones deben ser rentables y sustentables”, explicó.
También advirtió que algunas empresas están desacelerando sus compromisos ESG, lo cual podría representar una regresión peligrosa si no se retoma el rumbo con visión estratégica.

¿Qué necesita México para acelerar?
En la parte final del panel, los participantes coincidieron en que el marco regulatorio, la infraestructura y la visión institucional serán determinantes para que México avance al ritmo de sus socios comerciales.
Anna Frank subrayó que el cambio comienza con la cultura organizacional:
“Podemos tener tecnología y regulación, pero si no hay compromiso desde la cabeza de la empresa, no funcionará. Debemos educar, capacitar, y recordar todos los días por qué esto importa”, concluyó.

Alfredo Molina añadió que alinear al gobierno con la industria sería un punto de partida decisivo:
“No necesitamos que el gobierno lo haga todo, pero sí que marque objetivos claros. Eso daría confianza y dirección a la inversión privada”.
Constantino Rodríguez cerró con un llamado pragmático:
“No esperemos a que todo sea perfecto. Empresas grandes pueden empezar a electrificar parte de sus flotas desde ya. La clave es probar, recolectar datos y estar listos cuando llegue el momento”.
Este último panel del CIIAM 2025 dejó claro que la electromovilidad no es un solo producto, sino una reconfiguración completa del ecosistema industrial y social. La buena noticia: México tiene talento, proveedores y voluntad. El reto: escalar, adaptarse y colaborar sin pausa.