2 de junio del 2021.- Los efectos económicos que ha dejado la pandemia afectaron a una gran cantidad de empresas alrededor del mundo, y aunque los pequeños negocios fueron los más afectados, también otras compañías con presencia automotriz internacional sucumbieron ante la situación.
Tal es el caso de dos importantes proveedores automotrices de componentes plásticos con presencia en México, Techniplas y Novares.
Techniplas aplicó al capítulo 11 de bancarrota en los Estados Unidos en medio de la primera ola de la COVID-19 en mayo del 2020, debido a la presión que supuso los cierres en aquella temporada, aunque las actividades de sus plantas internacionales, como la de Monterrey (bajo el nombre de Dickten Mash Plastics) no se vio afectada inmediatamente.
Para junio del 2020, Techniplas logró venderse tras declararse en quiebra. Los nuevos dueños lograron inyectar 50 millones de dólares para que la compañía continuara bajo el mismo nombre y director ejecutivo. La compañía también se beneficio por la venda de dos plantas en Alabama y Iowa a Revere Plastics.
El caso del proveedor francés Novares fue similar, declarándose insolvente ante las autoridades francesas y en necesidad de 115 millones de euros para continuar operando, lo que le llevó a detener sus operaciones en 40 plantas a nivel mundial, que empleaban a 12 mil personas.
Novares emplea a más de 1,200 personas en 3 plantas en Chihuahua, una en Puebla y una en Guanajuato. Fue hasta junio del 2020 cuando se definió el futuro inmediato del proveedor, asegurando 146 millones de euros en financiamiento de bancos y sus socios Equistone y Bpifrance, quienes aumentaron su participación accionaria.
De esta forma, dos importantes proveedores de plásticos para la industria automotriz en México lograron solventarse y continuar operando en nuestro país, salvando empleos e inversiones durante lo más duro de la pandemia por COVID-19, que pareciera estar cada vez más cerca de terminar.