Querétaro, Querétaro, 23 de octubre de 2025.– El Clúster Automotriz de Querétaro redefinió su tradicional encuentro de talento humano, evolucionando del Simposio de Recursos Humanos al nuevo “Autoqro Flow and Connect”. Este cambio de nombre representó un giro estratégico hacia la conexión y la reconstrucción del factor humano, en un momento que Daniel Hernández, Director General del Clúster, describió como el entorno laboral más complejo de los últimos tiempos.

Durante la apertura del evento, el pasado 22 de octubre, Daniel Hernández señaló que la industria enfrenta retos enormes, desde la transformación digital y los cambios geopolíticos hasta una dinámica laboral interna en plena mutación. En este contexto, enfatizó que el rol de las áreas de capital humano ha dejado de ser meramente administrativo para convertirse en profundamente estratégico.

Subrayó que ya no basta con transformar procesos; la urgencia actual es transformar a las personas. El objetivo del evento, explicó, es crear un espacio de “apertura total”, donde los profesionales puedan verse primero como seres humanos y después como colegas, fomentando la colaboración necesaria para enfrentar los desafíos venideros, como la electrificación y las nuevas regulaciones laborales, con una mentalidad positiva y conectada.

De la Positividad a la Productividad

Siguiendo este hilo, la primera ponencia clave, a cargo de Jessica Malagón, abordó cómo la visión transformadora sobre un liderazgo positivo puede convertirse en un impulsor clave del rendimiento organizacional. Malagón destacó una realidad de la industria: las largas jornadas y la naturaleza repetitiva de muchas tareas generan un profundo desgaste emocional. Advirtió que la respuesta instintiva de las organizaciones —aplicar más presión, más control o bonos superficiales— falla en la raíz del problema.

La verdadera necesidad, argumentó, es una mayor conexión. Malagón introdujo la diferencia crucial entre una “mentalidad fija”, donde el equipo opera en modo de supervivencia, y una “mentalidad de crecimiento”, que ve oportunidades en los desafíos. La psicología positiva, explicó, no es un pensamiento mágico, sino la creación deliberada de escenarios donde la gente pueda florecer. Su premisa fue contundente: cuando las personas florecen, las organizaciones prosperan. Lejos de ser un lujo, el bienestar es una inversión estratégica.

Para tangibilizar esto, Malagón desglosó el modelo PERMA de Martin Seligman, un marco científico para el bienestar. Este modelo se basa en cultivar Emociones Positivas (buscando una proporción saludable frente a las negativas), fomentar el “Flow” o Compromiso (Engagement), construir Relaciones profundas (citando estudios que las validan como el factor clave de la felicidad), encontrar un Sentido o Propósito (Meaning) y celebrar los Logros (Accomplishment).

Del Estrés a la Presencia: Liderando desde el Cuerpo

Si la sesión de Malagón se centró en la mente, la conferencia de Tania Rodríguez, “Del estrés a la presencia”, llevó la conversación al cuerpo. Su enfoque vanguardista fusionó la somática, la respiración y la neurociencia, partiendo de una idea radical: el liderazgo no comienza en la mente, sino en el cuerpo que habitamos. Rodríguez señaló la paradoja moderna: mientras la humanidad alcanza logros tecnológicos asombrosos, colectivamente sufrimos niveles de estrés y ansiedad que ya constituyen un problema de salud pública.

Rodríguez explicó que los líderes deben entender su “tecnología interna”, específicamente el sistema nervioso. Describió cómo operamos bajo dos modos: el simpático (activación, lucha o huida) y el parasimpático (calma, descanso). El problema crónico de la vida corporativa es que el sistema simpático se queda “acelerado” permanentemente, quemando al individuo. Cuando estamos estresados, desarrollamos una “visión de túnel” que nos impide ver soluciones.

La buena noticia es que podemos “hackear” este sistema. Rodríguez guio a los asistentes a través de dinámicas prácticas para enviar señales de seguridad al cerebro. Estas incluyeron el “rastreo del fondo corporal” para identificar tensión, técnicas de respiración como las fosas alternas para equilibrar los hemisferios cerebrales, la expresión facial para liberar tensión acumulada en la mandíbula y la “orientación” (mirar conscientemente el entorno) para romper la visión de túnel. La lección central fue que la presencia, esencial para liderar, es contagiosa, pero requiere que el líder tenga primero un cuerpo regulado.

Micro-Coaching: La Responsabilidad de la Transformación

El evento cerró el círculo con las “Cápsulas de micro-coaching para reconectar” de Ely Machado, una experiencia enfocada en el autoliderazgo humano y resiliente. Machado planteó un escenario común: el líder brillante que obtiene resultados “a pesar de la gente”, generando temor en lugar de conexión.

El viaje de la transformación, propuso Machado, inicia con una pregunta fundamental: “¿Cuál es tu corresponsabilidad en esta realidad?”. El primer paso es el autoconocimiento, que aunque no garantiza el cambio, nos impide seguir ignorando el problema. De la autoconciencia se pasa a la responsabilidad, que definió como “quitarse de la queja” y entender que uno está donde está por sus propias decisiones.

Una vez asumida la responsabilidad, se debe generar acción. Machado invocó el “efecto mariposa”, donde un pequeño movimiento consciente del líder puede impactar a todo el sistema. Su mensaje final resonó con la temática del día: las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra. El coaching no solo transforma a la persona; al transformar a la persona, se transforma al equipo y, finalmente, a la organización.

En conjunto, “Autoqro Flow and Connect” no ofreció soluciones técnicas para la manufactura de vehículos, sino un manual de operación para la herramienta más compleja y vital de la industria: el ser humano