Alemania, 25 de julio de 2025.- Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles de Europa, recortó este viernes sus previsiones de ventas y margen de beneficio para todo 2025, tras reportar un impacto de 1,300 millones de euros (1,500 millones de dólares) en el primer semestre del año, consecuencia directa de los aranceles impuestos por Estados Unidos.
Se trata del primer balance público que hace el grupo alemán sobre las afectaciones derivadas de la política comercial del presidente estadounidense Donald Trump, en un contexto global donde otros fabricantes también han reportado pérdidas multimillonarias.
La compañía ajustó su previsión de margen operativo anual, que ahora se ubica entre 4% y 5%, muy por debajo del rango previo de 5.5% a 6.5%. Asimismo, la expectativa de crecimiento en ventas —que anteriormente contemplaba un incremento de hasta 5%— se redujo a niveles similares a los del año pasado.
Las acciones de Volkswagen reflejaron la tensión inicial en los mercados, con una caída de hasta 4.6% en las primeras operaciones del viernes. Sin embargo, los títulos lograron recuperarse parcialmente, subiendo 1% hacia las 13:05 GMT, en medio de una recepción más mesurada por parte de los inversionistas, quienes ya anticipaban un ajuste en las previsiones. En particular, el mercado respondió con cierto alivio ante las expectativas de recuperación para las marcas de lujo del grupo, Audi y Porsche, en 2026, luego de un débil segundo trimestre.
El CEO Oliver Blume hizo un llamado a intensificar la reducción de costos dentro de la organización:
“Necesitamos intensificar nuestros esfuerzos de reducción de costes y acelerar la implementación. Después de todo, no podemos asumir que la situación arancelaria sea solo temporal”.
Presión sobre la política comercial europea
Volkswagen, al igual que otros fabricantes europeos, ha intensificado la presión sobre los negociadores de la Unión Europea para alcanzar un acuerdo comercial con Estados Unidos que reduzca el arancel del 25% aplicado desde abril. Según diplomáticos europeos, el bloque trabaja en un acuerdo que permita reducir el arancel a un 15% y así evitar una nueva escalada arancelaria que podría llevar la tasa al 30% a partir del 1 de agosto.
El reciente pacto comercial entre EE.UU. y Japón, que estableció un arancel del 15%, renovó las esperanzas de un trato similar para Europa. De concretarse, este acuerdo podría aliviar parcialmente el golpe a la rentabilidad de los fabricantes europeos.
Arno Antlitz, director financiero de Volkswagen, estimó que un acuerdo comparable al alcanzado con Japón permitiría que el margen de beneficio del grupo se sitúe aproximadamente en la mitad del nuevo rango previsto.
Mientras tanto, Volkswagen enfrenta un entorno desafiante, marcado no solo por tensiones comerciales, sino también por una creciente competencia de fabricantes chinos y por regulaciones más estrictas en Europa orientadas a acelerar la transición hacia los vehículos eléctricos.
Con información de Reuters