Washington, Estados Unidos, 26 de marzo de 2025.- El presidente Donald Trump anunció este miércoles la imposición de un arancel del 25% a las importaciones de vehículos ligeros, en una medida que busca fomentar la fabricación nacional, pero que impacta negativamente a la industria automotriz global.
El mandatario defendió la medida afirmando que generará un "tremendo crecimiento" en la industria automotriz estadounidense, al incentivar la producción local de vehículos y componentes.
"Si fabricas tu auto en Estados Unidos, no habrá aranceles", declaró Donald Trump
La fecha clave en este proceso será el 2 de abril, cuando entren en vigor los nuevos aranceles promovidos por Trump. La Casa Blanca ha calificado este día como el "Día de la Liberación", en referencia a la implementación de aranceles recíprocos que buscan reducir el déficit comercial estadounidense.
El impacto de esta medida podría ser significativo. Un arancel del 25% encarecería el costo de los automóviles en miles de dólares, afectando las ventas de vehículos nuevos y poniendo en riesgo empleos en la industria. También, la dependencia de los fabricantes estadounidenses de piezas importadas podría traducirse en mayores costos de producción, lo que a su vez afectaría la competitividad de los vehículos ensamblados en el país.
A pesar de las expectativas de la administración Trump sobre un auge en la producción automotriz nacional, los expertos advierten que la construcción de nuevas fábricas y la reubicación de la cadena de suministro no ocurrirán de inmediato. En el corto plazo, los consumidores podrían enfrentar un aumento en los precios de los vehículos y una reducción en la oferta de modelos importados.
México, como mayor exportador de vehículos ligeros para Estados Unidos, también enfrenta desafíos ante la decisión de Trump. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, anunció un nuevo viaje a Washington para negociar con el gobierno estadounidense y defender la posición de México dentro de la cadena de suministro automotriz de América del Norte.
Según Ebrard, los aranceles no solo afectarían a las armadoras mexicanas, sino también a las empresas estadounidenses que exportan vehículos y componentes desde México hacia su país de origen. La estrategia mexicana se centra en resaltar la importancia de la integración regional y en proteger el modelo manufacturero que ha permitido a la industria automotriz mexicana posicionarse a nivel mundial.
Con la incertidumbre en el sector, fabricantes, inversionistas y gobiernos seguirán atentos a las negociaciones y posibles ajustes en la política comercial estadounidense, mientras la industria automotriz global se prepara para los efectos de esta nueva fase de proteccionismo.