Saltillo, Coahuila, 11 de abril de 2025.- Saltillo, uno de los centros clave de la manufactura automotriz en México, enfrenta una encrucijada que podría definir su futuro en la industria. Así lo planteó Daniel Alejandro González, presidente y CEO de Stellantis México, durante su primer encuentro con medios de comunicación del país, en el que llamó a replantear el modelo de producción nacional para atender mejor al mercado interno.
“El tiempo de solo fabricar para el mundo terminó. Ahora hay que fabricar para México”, afirmó el directivo, señalando que el modelo basado en exportaciones —principalmente a Estados Unidos— ya muestra señales de vulnerabilidad.
“Históricamente hemos dedicado nuestros recursos principalmente al mercado americano. El reto ahora es transformar una parte de eso y darle más al mercado mexicano”, reconoció.
La estrategia de Stellantis apunta a diversificar riesgos en un entorno global cada vez más cambiante. El reciente cierre temporal de las plantas de Windsor (Canadá) y Toluca (México), esta última con más del 90% de su producción destinada a Estados Unidos, evidenció la fragilidad del modelo actual ante cambios en la demanda o en las reglas del comercio internacional.
“No puedo seguir creciendo en México a base de importaciones. Necesitamos producir aquí, para el mercado de aquí. México para México”, enfatizó González.
Esto implica reorientar parte de la capacidad instalada hacia segmentos de mayor demanda local, como subcompactos y SUV pequeños, en lugar de pickups de gran tamaño o SUV premium que predominan en la producción actual. Por ello, la empresa ya evalúa una depuración de su portafolio, enfocándose en lo que realmente hace sentido para el consumidor mexicano, con una oferta diferenciada por región, nivel socioeconómico y hábitos de consumo.
El contexto global también impone cautela. “Vengo del futuro. Y lo que vi allá viene hacia México... y viene rápido”, advirtió el CEO, con base en su experiencia en Asia, donde la electrificación masiva y la expansión de marcas chinas ha transformado por completo el mercado. Con más de 30 millones de autos circulando y un excedente de entre 3 y 4 millones de unidades, China representa una presión competitiva que pone a prueba cualquier estrategia comercial.
Durante la cena con medios, el CEO compartió su visión: Saltillo y otras ciudades industriales mexicanas tienen el potencial para liderar la nueva etapa del sector automotriz, pero necesitan transformar su enfoque.
Con información de Vanguardia y Expansión.