¿Cómo deben ser los nuevos liderazgos?
Liderazgo
30/01/2023 11:59
El líder sabe dirigir las situaciones que acontecen en el día a día; sabe encaminar a su equipo hacia los objetivos, sabe motivar y también tiene la perspicacia para estar al tanto de las incertidumbres que rodean a la organización.
El entorno laboral ha cambiado; a partir de la pandemia y el confinamiento que vivimos hace un par de años, la dinámica de trabajo se modificó notablemente en diversos sentidos: se incorporó la digitalización de manera acelerada, se valoraron nuevos perfiles profesionales, se flexibilizaron las modalidades de trabajo (híbrido, remoto), se visibilizó y se le dio mayor importancia a la salud mental de los trabajadores y dichos cambios difícilmente serán reversibles.
Las estructuras de trabajo están cambiando y quienes manejan las empresas están adaptándose a los cambios; personal de recursos humanos, gerentes, directivos y todo aquel que maneja personal están definiendo nuevas líneas de trabajo, incluso formas de relacionarse vertical y horizontalmente, lo que está modificando las formas de liderar equipos.
El trabajo presencial transitó hacia el trabajo remoto basado en la confianza, la disciplina y la cooperación; adoptar la modalidad de Home Office resultó en un reto mayor al tener que acondicionar un lugar de trabajo en casa, gestionar los tiempos y establecer una nueva rutina laboral; la comunicación cara a cara se movió hacia la virtualidad y las videoconferencias tomaron un lugar preponderante y de manera continua; la educación digital creció como nunca pues muchísimos trabajadores se vieron obligados a actualizarse en el uso de la tecnología para atender sus actividades laborales diarias; además, la crisis sanitaria orilló a todos a priorizar el cuidado de la salud y aunado a ello, a la vigilancia de la salud mental. La pandemia movió al mundo y lo transformó.
De acuerdo con investigaciones de The New York Times, con algunas empresas en Estados Unidos, reportaron que la productividad de los empleados aumentó notablemente durante el confinamiento y pudieron influir factores como: la supresión de traslados al trabajo, las largas charlas de café a media mañana y las constantes reuniones de oficina; contrariamente a lo que creían los directivos, el trabajo en casa sirvió para el cumplimiento de más objetivos en menor tiempo y más trabajo colaborativo.
El confinamiento terminó y estamos regresando a una aparente normalidad. Muchas compañías han logrado cambiar el switch y están modificando sus esquemas de trabajo entendiendo las necesidades de los trabajadores, optimizando sus procesos y mejorando la dinámica.
Líder vs. Liderazgo
Hoy las empresas están descubriendo que los procesos y los procedimientos que antes eran habituales hoy resultan menos esenciales de lo que se pensaba, y los directivos y gerentes están aprovechando la coyuntura para adaptarse a los beneficios del trabajo remoto o híbrido. La verdadera flexibilidad requiere de un pensamiento realmente nuevo y esta transformación en la dinámica laboral conlleva formas de trabajo innovadoras en la ecuación jefes-colaboradores. En dos palabras: nuevos liderazgos.
El liderazgo tiene que ver con una habilidad, una aptitud o capacidad para ejercer influencia sobre los demás para lograr objetivos en común, si hablamos de una organización. El líder tiene la responsabilidad de hacer visible su liderazgo y cumplir con una serie de requisitos.
Una persona puede ser líder, pero no necesariamente ejercer como tal. Es decir, puede tener la condición de líder por un nombramiento laboral o un cargo asignado, sin que necesariamente ejerza un liderazgo en forma.
El líder sabe controlar y dirigir de forma efectiva las situaciones que acontecen en el día a día laboral; sabe encaminar a su equipo hacia los objetivos de la empresa, sabe motivar a su equipo y también tiene la perspicacia para estar al tanto de los problemas e incertidumbres que rodean a la organización.
Hay una serie de características que el líder debe cumplir al interior de la empresa, sin distinción de género:
1. Poner la dirección. Debe de definir y comunicar una visión de cómo se ve el éxito para su equipo, puede ser la empresa o puede ser solo un área o solo una célula, no importa, y objetivos claros que soporten esa visión.
2. Debe definir un camino de acciones -roadmap- y el rol de cada persona liderada dentro de este, con objetivos y prioridades claras.
3. Debe asegurarse de que su equipo cuenta con las herramientas para operar hacia los objetivos empresariales, así como las herramientas para prosperar.
4. Debe anticipar y mitigar obstáculos para su equipo o dar claridad cuando haya dudas u opiniones encontradas, al interior o con otras partes de la organización. Es decir, facilitarles hacer su trabajo. No quiere decir que siempre vaya a lograr lo que desea, pero debe evitar la parálisis o que su equipo se sienta atado de manos. Estos últimos dos forman parte del concepto de liderazgo de servicio (servant leadership).
5. Idealmente, debe tener un rol de mentoreo que ayude a su equipo a crecer y desarrollarse, aunque este puede hacerlo también a través de retos y con herramientas adecuadas, siempre un/a líder con esta cualidad será reconocido y valorado.
6. También debería ser el guardián de la cultura de la organización y de su equipo, que tiene que ver con reclutamiento, formación, promociones y separaciones.