Tengo
la fortuna de colaborar y contribuir cada semana con distintas organizaciones y
cuando tuve que pensar en el tema de mi primera columna, reflexioné: ¿cuál es la solicitud más común que escucho en las reuniones con mis
clientes?
Estas
solicitudes pueden venir en forma de un programa de liderazgo, una
estrategia de atracción de talento, un proceso de integración o un robusto
proyecto para trabajar en la cultura organizacional, pero al preguntar a
mis clientes sobre el objetivo de dicha solicitud, la respuesta que obtengo con
mayor frecuencia suele ser la “retención de talento”. Este concepto se ha vuelto un
mantra entre las organizaciones y responsables de las áreas de recursos
humanos, como si fuera la solución a todo y, aunque la rotación y movilidad de
talento son problemas medulares hoy en las empresas, retener no es la respuesta
a todos los problemas.
Reflexionemos
un momento sobre el significado de este concepto, ya que muchas veces seguimos
tendencias sin ser conscientes de lo que realmente estamos diciendo. El término 'retener' tiene una
connotación negativa, como si se obligara a las personas a permanecer donde no
desean estar. Este enfoque no solo es contraproducente, sino que revela una
falta de entendimiento sobre lo que realmente inspira al talento a querer ser
parte de una organización. La verdadera pregunta que deberíamos hacernos no es
cómo retenemos, sino cómo creamos un entorno donde las personas elijan
quedarse, no solo por necesidad, sino por deseo.
Si
logras que alguien tenga la voluntad de estar, lo que construyes es fidelidad y es ahí donde está el juego
que deberíamos jugar.
En este
sentido, la fidelización emerge como la estrategia. Contrario a la
retención, fidelizar implica construir una relación basada en el mutuo
beneficio, en la realización personal y profesional dentro de la empresa.
Es generar un ecosistema que no solo reconoce el valor del talento, sino que lo
celebra y lo nutre. Según una encuesta de Gallup, los equipos altamente
comprometidos muestran una reducción del 59% en la rotación. Este dato
subraya la importancia de la fidelización sobre la retención.
Es muy
interesante visitar tantas organizaciones y observar cómo los métodos que usan para comprometer al talento
son tan similares. Cuando les pregunto sobre su EVP (Employee Value
Proposition), pareciera que se hubieran puesto de acuerdo y sin importar
que cada organización es un sistema completamente distinto y por lo tanto con
colaboradores que en su cultura tienen necesidades particulares, la propuesta
es la misma como si alguien les hubiera convencido de que es la única forma.
A veces
ni siquiera nos cuestionamos si ese beneficio o prestación les interesa a
nuestros colaboradores, pero como es lo que todos hacen o lo que marcan las
tendencias, pues entonces lo hacemos y para fidelizar el primer paso es
particularizar, entender que mi empresa es un sistema único y vivo. Con
esto quiero decir que deberíamos de construir estrategias basadas en las
particularidades de cada organización y sus colaboradores sin olvidar que los
beneficios deberían de evolucionar a la misma velocidad que las organizaciones
están creciendo.
Finalmente,
debemos reconocer que la partida de un empleado no siempre es negativa;
también puede ser una oportunidad para
que la organización se renueve y adapte, y para que el colaborador encuentre
nuevos caminos que explorar para maximizar su potencial. En lugar de retener,
deberíamos preguntarnos cómo podemos hacer que el tiempo que las personas
pasen en nuestra organización sea en su estado de mayor compromiso para que
su contribución sea altamente productiva en un entorno de satisfacción laboral.
Por:
Enrique Gutiérrez, Director General HomoLab.
Enrique
Gutiérrez, es ingeniero en Gestión Empresarial con especialidad en Finanzas, es
fundador de HomoLab, organización dedicada a facilitar la evolución de sistemas
organizacionales y el desarrollo del potencial humano. Durante la última
década, ha profundizado en el estudio de la conducta humana y ha obtenido
certificaciones en diversas herramientas de facilitación. Desde 2015, ha
colaborado con más de 300 organizaciones, brindando su expertise como consultor
en procesos de formación, integración de equipos y ofreciendo conferencias. Su
enfoque se centra en fortalecer el liderazgo y fomentar equipos de alto
desempeño y crear organizaciones más conscientes en la importancia de construir
ecosistemas de satisfacción laboral.
Contacta
con Enrique y HomoLab en el correo: enrique.gutierrez@homolab.com.mx