Ciudad de México, 4 de febrero de 2025.- La reciente amenaza del presidente Donald Trump de imponer aranceles del 25% a los productos importados desde México ha generado una fuerte reacción en la industria automotriz. Aunque el anuncio ha sido pausado temporalmente tras un acuerdo con la presidenta Claudia Sheinbaum, la incertidumbre persiste. Este artículo analiza las posibles consecuencias de esta medida y las acciones que el sector está tomando para mitigar sus efectos.
Un impacto millonario para la industria
La industria automotriz es el componente más grande del comercio bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). En 2024, México incrementó en 5.1% sus exportaciones automotrices a Estados Unidos, alcanzando los 166,300 millones de dólares. Las exportaciones de autopartes mexicanas sumaron 90,900 millones de dólares entre enero y octubre, con Estados Unidos como destino del 88% de estos envíos. Cualquier barrera comercial afectaría gravemente a ambas economías. Según analistas de Bernstein, los aranceles podrían generar costos adicionales de 110 millones de dólares diarios, lo que representaría un impacto anual de hasta 40,000 millones de dólares sin cambios en la producción.
Las acciones de varias armadoras reaccionaron negativamente al anuncio de imponer aranceles del 25% el pasado fin de semana. Stellantis y Volkswagen, con operaciones significativas en México, cayeron un 6.8% y 5.6%, respectivamente. Volvo perdió 6.5%, mientras que Toyota y Nissan registraron caídas superiores al 5%. Kia y Honda fueron las más afectadas, con desplomes cercanos al 7%.
Ante esta situación, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la Industria Nacional de Autopartes (INA), la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) y la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) expresaron su respaldo al gobierno de México en la búsqueda de soluciones. 'México, Estados Unidos y Canadá son más fuertes juntos; medidas como la propuesta por Donald Trump van contra el espíritu de integración y colaboración que tantos beneficios han dado a los tres países', señalaron en un comunicado.
Manuel Montoya, director del Clúster Automotriz de Nuevo León, enfatizó la gravedad de la situación: 'Un arancel del 25% sería una ruptura con el T-MEC. Aunque sea temporal, atenta contra el acuerdo alcanzado entre los tres países'. Agregó que el tratado ha fortalecido la región, incrementando en 23% el contenido regional de los vehículos ensamblados en Norteamérica y reduciendo la dependencia de Asia y Europa.
El anuncio de los aranceles se da en un contexto político en el que Trump busca consolidar su política con discursos proteccionistas. La pausa de un mes para negociar sugiere que esta medida es más una táctica de presión que una decisión definitiva. 'La amenaza de imponer aranceles a México es similar a aplicarlos a California o Texas. Estamos tan integrados comercialmente que económicamente no tiene sentido', explicó Montoya. El impacto de los aranceles no se limitaría a las automotrices. México suministra hasta el 43% de las autopartes utilizadas en vehículos estadounidenses, por lo que los consumidores también enfrentarían aumentos en el precio de vehículos ligeros, de hasta 3 mil dólares.
Andy Palmer, director general de la consultora Palmer Automotive, advirtió sobre la volatilidad de las políticas comerciales en Estados Unidos y los riesgos que esto representa para la industria. '¿Quieres invertir en una línea de producción en EE.UU. para una política que podría revertirse en cuatro años, o incluso mañana?', cuestionó, resaltando la falta de estabilidad a largo plazo en las decisiones gubernamentales de Trump.
Respuesta ante la incertidumbre
Para afrontar los desafíos comerciales y garantizar la estabilidad económica del país, el gobierno mexicano presentó el Plan México, una estrategia integral para mantener el flujo de inversiones, incrementar la competitividad del mercado interno y consolidar a México como un líder en sectores clave, incluida la industria automotriz. Este plan busca posicionar al país entre las 10 economías más grandes del mundo mediante la atracción de inversiones y el fortalecimiento del mercado interno.
A nivel estatal, Guanajuato ha tomado la delantera con el Plan de Trabajo para Atender Aranceles y Fortalecimiento Económico, presentado por la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo. La estrategia se basa en la creación de un War Room Nacional con empresarios y expertos en comercio, un War Room Estatal enfocado en los clústeres industriales, programas de financiamiento y digitalización para mipymes, y apoyos directos a pequeños productores para fomentar el consumo local.
Esaú Garza de Vega, Secretario de Desarrollo Económico, Ciencia y Tecnología de Aguascalientes, comentó en su LinkedIn que, según sus análisis internos, mediante la implementación de un programa agresivo de diversificación de destinos de exportación, sería posible reconfigurar hasta en un 15% la distribución actual en un periodo de 5 años. Este esfuerzo se centraría especialmente en los mercados asiáticos y europeos, que representan una vía prometedora para contrarrestar los efectos adversos de Trump.
La estrategia de Trump parece una herramienta de presión más que una decisión definitiva, pero el riesgo de una guerra comercial es real. México, por su parte, busca defender su posición a través del diálogo y la diversificación de mercados. Aunque, la pregunta sigue en el aire: ¿se trata de una negociación temporal o del inicio de una nueva era en la relación comercial entre México y Estados Unidos?
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Investigación y redacción: Martín García López, Cluster industrial