Monterrey, Nuevo León, 30 de enero de 2025.- El panorama industrial en México se enfrenta nuevamente al desafío de un mandato proteccionista en los Estados Unidos, con el regreso de Donald Trump a la presidencia. Sin embargo, la historia reciente ha demostrado que la resiliencia y la adaptación son elementos clave para el sector manufacturero y automotriz en el país. Para explorar este tema, conversamos con el Dr. Manuel Montoya, director del Cluster Automotriz de Nuevo León (CLAUT), quien compartió su perspectiva sobre las implicaciones de este contexto político y las estrategias para fortalecer la competitividad de la región.
El impacto de las políticas proteccionistas
Montoya explica que la incertidumbre es una
constante en las políticas del expresidente Trump. Sin embargo, las empresas
hoy están mejor preparadas para enfrentar estas amenazas. “Hemos hablado con
las empresas y están tomando precauciones. Si bien un arancel del 25% sería
devastador, lo más probable es que, de implementarse, sea temporal. La
industria ha aprendido a adaptarse a estos escenarios”, comenta.
Además, subraya que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha fortalecido la integración regional, incrementando en un 23% el contenido regional de los vehículos fabricados en Norteamérica. “Estamos tan integrados comercialmente que imponer aranceles sería como ponerle aranceles a Texas o California”, añade Montoya.
Nearshoring: una tendencia al alza
Contrario a lo que algunos señalan, Montoya
asegura que el fenómeno del nearshoring sigue en ascenso. “En el segundo
semestre de 2024 se registraron cifras récord de inversión. Las empresas no
toman decisiones basadas en el corto plazo; piensan en horizontes de 40 o 50
años. Mientras el T-MEC continúe fortaleciéndose, el nearshoring mantendrá su
relevancia”, afirma.
El Plan México, presentado por la administración actual, busca incrementar el contenido nacional en las cadenas de valor. Según Montoya, esta es una medida prometedora que incentiva la integración de empresas mexicanas en los procesos productivos de las transnacionales. “Es un paso clave para que los empresarios locales se sumen a las oportunidades generadas por el T-MEC, fortaleciendo el empleo y la economía nacional”, destaca.
La innovación tecnológica como pilar del
futuro
La integración de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial y la electromovilidad, es esencial para la competitividad de México. Montoya enfatiza la necesidad de apoyar a los emprendedores mexicanos y fomentar proyectos como Olinia, una iniciativa que busca posicionar a México en la fabricación de vehículos de micromovilidad. “Debemos incentivar a nuestros emprendedores para que desarrollen ideas y tecnologías propias. Esto será clave para mantenernos relevantes en un sector cada vez más digitalizado”, explica.
Nuevo León: ejemplo de resiliencia
Con una base industrial robusta y universidades comprometidas con la innovación, Nuevo León se posiciona como un referente nacional. Montoya destaca el papel del Tecnológico de Monterrey y otras instituciones en el desarrollo de proyectos de alta tecnología. “Las universidades deben ser aliadas de los emprendedores. En Nuevo León hemos visto grandes avances gracias a esta colaboración”, señala.
El Dr. Montoya puso como ejemplo lo vivido durante la época del covid. Durante la pandemia, los clusteres jugaron un papel crucial al facilitar la comunicación entre empresas, gobiernos y universidades. “Nos convertimos en un espacio de coordinación para implementar medidas y garantizar la continuidad operativa. Esta experiencia refuerza la importancia de los clusteres como agentes de competitividad y resiliencia”, asegura Montoya.
Expo Manufactura: un espacio clave para
la innovación
Montoya subraya la importancia de eventos como Expo Manufactura, que en 2025 celebrará su 29ª edición. “Este evento es un punto de encuentro para conocer nuevas tecnologías y cerrar negocios. En el contexto del nearshoring, es fundamental invertir en maquinaria y equipos para sostener el crecimiento de la producción”, menciona.
Es así que frente a la incertidumbre que generan los cambios políticos, Montoya llama a no perder de vista el panorama a largo plazo. “Las circunstancias son temporales, pero la fortaleza de la región y el papel de México en Norteamérica son permanentes. Debemos seguir trabajando con visión y resiliencia”, concluye.