CDMX, 23 de enero 2025.-El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos el pasado 20 de enero de 2025 ha desatado una serie de declaraciones y movimientos que ponen a prueba la estabilidad del comercio en Norteamérica, particularmente en la industria automotriz. Aunque las amenazas de aranceles y modificaciones al T-MEC generan incertidumbre, este no es el momento de alarmarse, sino de actuar con estrategia. Veamos la realidad: hoy, la industria automotriz mexicana cuenta con las herramientas y la resiliencia para afrontar y superar estos retos.
T-MEC: Revisión en el horizonte, pero sin prisa
En su primer día de mandato, Trump emitió el memorándum “America First Trade Policy”, en el que ordenó consultas públicas para evaluar el impacto del T-MEC en trabajadores, agricultores y empresas estadounidenses. Esto ha generado especulación sobre posibles cambios al tratado antes de la revisión formal programada para julio de 2026, según lo establecido en el Artículo 34.7 del T-MEC. Sin embargo, Trump descartó cualquier intención de acelerar la revisión del acuerdo, afirmando que “no tiene nada que ver con eso”.
Este movimiento puede interpretarse como una estrategia pausada pero firme, preparando el terreno para políticas proteccionistas en los próximos 100 días, tal como lo insinuó Peter Navarro, consejero de Comercio de la Casa Blanca. Aunque estas políticas aún son inciertas, el impacto potencial en el comercio automotriz debe ser considerado con detenimiento. Con la volatilidad que caracteriza a Trump, una de las claves para afrontar el 2025 será mantenerse informado, algo que puedes realizar siguiendo la información que publicamos en Cluster Industrial, por supuesto, ya que hacemos fact-check de aquello que compartimos con nuestros lectores.
Antes, algunos datos. Actualmente, México fabrica el 16% de los vehículos vendidos en los Estados Unidos, mientras que Canadá aporta el 7%. La introducción de nuevos aranceles exacerbaría la actual crisis de asequibilidad en el mercado automotriz. Según Kelley Blue Book, el precio minorista promedio más alto registrado el mes pasado fue cercano a los $50,000 dólares. Los vehículos más asequibles, como sedanes compactos y SUV, se producen mayoritariamente en México, y los nuevos aranceles podrían impactar especialmente al segmento de menor costo, forzando a los consumidores a mantener sus vehículos por más tiempo o recurrir al mercado de autos usados.
También para los coches eléctricos: tomemos como ejemplo el Tesla Model 3. Técnicamente, se ensambla en un 100 % en Estados Unidos. “Pero el Model 3 tiene un 20 % de su contenido proveniente de México”, dijo Jonathan Smoke, economista jefe de Cox Automotive. “Ningún vehículo ensamblado en Estados Unidos tiene más del 70 % de su contenido proveniente de Estados Unidos”. Según Wolfe Research, los aranceles del 25 % a Canadá y México aumentarían el costo promedio de un auto nuevo en aproximadamente $3,000.
Es probable que la administración de Trump emplee la amenaza de estos aranceles como herramienta de negociación para alcanzar otros objetivos políticos, más que implementarlos como una política concreta, dada la magnitud de sus efectos adversos.
Aranceles y su impacto en la industria automotriz mexicana
El T-MEC y el comercio bilateral han sido pilares de la integración económica en Norteamérica. Las amenazas que se han venido repitiendo sobre posibles aranceles del 25% a los vehículos y autopartes mexicanas representarían un desafío significativo, pero no un golpe fatal. Analizamos estos posibles impactos a finales de noviembre de 2024. A continuación, un análisis actualizado:
1. Exportaciones de vehículos ligeros
En 2024, estimamos que México exportó US$43,380M en vehículos ligeros a Estados Unidos, representando el 76.3% de sus exportaciones totales en este segmento. Con aranceles del 25%, estas exportaciones podrían caer un 20%, lo que se traduciría en una pérdida estimada de US$8,676M. Aunque el impacto sería significativo, México aún tiene margen para diversificar mercados y explorar nuevos horizontes. Una muestra de ello es el incremento gradual en nuestras exportaciones de automóviles a Europa, que crecerá aún más con el impulso y migración de modelos que marcas como Volkswagen y Audi están realizando a sus plantas en México.
2. Exportaciones de autopartes
México es el principal proveedor de autopartes de Estados Unidos, con exportaciones que alcanzaron un estimado de US$95,306M en 2024. Un arancel del 25% podría reducir estas exportaciones en un 15%, resultando en una pérdida de US$10,884M. Sin embargo, la posición estratégica de México y su integración en las cadenas de suministro regionales indican que tal pérdida no podría darse de forma real, sino en impactos a los precios finales de vehículos vendidos en los Estados Unidos. Al final, el consumidor es el que paga.
3. Replicación de aranceles por México
En caso de que México implementara aranceles en respuesta, las importaciones estadounidenses de vehículos y autopartes también se verían afectadas. Esto podría generar costos adicionales para los consumidores y presionar a Estados Unidos a reconsiderar sus políticas, o en el peor de los casos, endurecerlas. A tipos como Trump les encanta jugar a ser el más duro.
México y Canadá: Un frente común
La colaboración entre México y Canadá ha sido un factor clave para enfrentar las tensiones comerciales en Norteamérica. La presidenta Claudia Sheinbaum ha subrayado la importancia de mantener la integración regional, afirmando que “la única manera de enfrentar la competencia global es con más cooperación, no menos”. Por su parte, Canadá ha mostrado una combinación de firmeza y pragmatismo: mientras el saliente primer ministro Justin Trudeau aboga por el diálogo, líderes provinciales como Doug Ford han advertido sobre posibles represalias comerciales. El futuro político canadiense es incierto en estos momentos, pero el gobierno mexicano debe seguir con su posición del principal aliado y proveedor de Norteamérica.
Oportunidades en medio de la incertidumbre
Aunque los desafíos son evidentes, también hay ventanas de oportunidad para la industria automotriz mexicana:
1. Diversificación de mercados
Los tratados comerciales con Europa, Asia y Sudamérica ofrecen la posibilidad de reducir la dependencia de Estados Unidos. Aunque estos mercados no igualan el tamaño del estadounidense, pueden ser una válvula de escape valiosa para en el peor de los casos recuperar algunas pérdidas de exportaciones.
2. Innovación y tecnología
La transición hacia la electrificación y la manufactura avanzada puede posicionar a México como un líder en movilidad sustentable, a pesar de las acciones de Trump para terminar con los incentivos a EV’s en Estados Unidos. Las inversiones en tecnología no solo mejorarán la competitividad, sino que atraerán nuevos socios comerciales. Aunque la electromovilidad en este momento tenga un énfasis en los híbridos, esta no se detendrá, solo ha desacelerado.
3. Fortalecimiento del ecosistema T-MEC
La colaboración con Canadá y la defensa de las reglas del T-MEC son esenciales para mantener la estabilidad y competitividad de la región frente a bloques como Asia y Europa. Trump lo sabe, aún entre dimes y diretes, buscará que México y Canadá impulsen la posición estadounidense como potencia económica.
Un camino de resiliencia y estrategia
A pesar de las amenazas, que muchas veces son solo eso, México tiene todo para enfrentar este reto con éxito como lo hizo antes, durante la primera administración trumpista en la que logramos un nuevo tratado comercial, el TMEC. La industria automotriz mexicana ha demostrado en el pasado su capacidad de adaptación ante políticas proteccionistas, y esta vez no será la excepción. Con estrategias claras, alianzas sólidas y una visión de largo plazo, el sector puede convertir esta tormenta en una oportunidad para consolidarse como un motor clave de la economía global. No por nada, Mexico va camino a superar a Japón en la producción global de autopartes y colocarse en la tercera posición mundial, de acuerdo con la INA.
Como en toda carrera automovilística, el camino puede ser sinuoso, pero con buena planeación, México llegará a la meta más fuerte y competitivo que nunca. En palabras de los mejores estrategas de la industria: “El futuro no lo dicta una tormenta, sino cómo manejamos en medio de ella”.
Investigación, análisis y redacción: Adrián Martínez, Líder de Contenidos de Cluster Industrial.