León,
Guanajuato, 7 de enero de 2025.- La logística en México enfrenta retos y
oportunidades significativos de cara a 2025, con el transporte terrestre
jugando un papel protagónico. Solo en 2023, este sector representó el 63.5%
de las operaciones gracias a su flexibilidad y capacidad de cobertura en países
con geografías amplias, como México. Sin embargo, la congestión vial, la
escasez de conductores y la necesidad de sostenibilidad plantean barreras que
requieren soluciones innovadoras.
Retos actuales en la logística mexicana
Uno de los
principales obstáculos es la congestión en carreteras, especialmente en zonas
urbanas como Ciudad de México y Monterrey. Este problema aumenta los costos
logísticos y ralentiza las entregas. Además, la escasez de conductores
amenaza con retrasar hasta el 20% de las entregas. Para enfrentar esta crisis,
las empresas están apostando por automatizar y optimizar rutas mediante
tecnologías avanzadas, lo que busca reducir tiempos de transporte, mejorar
la eficiencia y garantizar que las mercancías lleguen a su destino con menores
costos.
Además, el
auge del comercio electrónico ha incrementado la presión sobre la logística.
La demanda de entregas rápidas, especialmente en el segmento de última milla,
ha crecido un 12% anual en América Latina. Esto ha impulsado la adopción de
drones y hubs urbanos eficientes, exigiendo a las empresas una capacidad de
respuesta más dinámica y escalable para cumplir con las expectativas de los
consumidores.
Por otro
lado, la sostenibilidad es un desafío crucial. El transporte terrestre es
responsable de una proporción significativa de las emisiones de gases de efecto
invernadero en México. Por ello, iniciativas como el uso de camiones
eléctricos y combustibles limpios, como el gas natural, buscan reducir esta
huella ambiental. Empresas como Tesla y Volvo ya han introducido camiones
eléctricos en el país, con el objetivo de disminuir las emisiones en un 30% en
cinco años. Asimismo, el desarrollo de infraestructuras de carga y el uso de
energías renovables están ganando terreno como medidas complementarias.
La
digitalización también está transformando la logística. Tecnologías como el
Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) y el big data
permiten una mejor gestión de las operaciones. Según McKinsey, estas
herramientas pueden aumentar la eficiencia de las cadenas de suministro en un
25%. En México, empresas están implementando software inteligente para
optimizar rutas y digitalizar procesos aduaneros, mejorando la competitividad.
La integración de blockchain también se está explorando para garantizar
transparencia y seguridad en cada etapa de la cadena de suministro.
La
integración regional, impulsada por el Tratado entre México, Estados Unidos y
Canadá (T-MEC), presenta oportunidades significativas. El nearshoring está fortaleciendo
la infraestructura logística y posiciona a México como un actor clave en el
comercio global. Sin embargo, el país enfrenta retos en infraestructura, ya
que los costos logísticos representan el 13.7% del PIB, comparado con el 8%
promedio de los países de la OCDE, según el Instituto Mexicano del Transporte
(IMT). Además, México ocupa el puesto 66 en el Índice de Desempeño Logístico
del Banco Mundial.
Fortalecimiento de infraestructura y cadenas de
suministro
Para
superar estas limitaciones, es crucial invertir en infraestructura que facilite
el flujo eficiente de bienes y reduzca los costos asociados. Los esfuerzos
deben enfocarse en la expansión de autopistas, la mejora de puertos y
aeropuertos, y la conexión de áreas rurales con centros urbanos mediante redes
viales más robustas.
La
resiliencia de las cadenas de suministro también es esencial. Con el 70% de
las empresas mexicanas experimentando interrupciones en sus operaciones, es
fundamental diversificar rutas, implementar sistemas avanzados de monitoreo y
fomentar la colaboración interempresarial. Las compañías están considerando
alianzas público-privadas para mejorar la seguridad en las rutas más
vulnerables y garantizar una logística más confiable.
La gestión
del talento es otro aspecto clave. Atraer a las nuevas generaciones,
promover la equidad de género y retener al personal son acciones esenciales
para enfrentar la rotación laboral y garantizar un sector competitivo. El
desarrollo de programas educativos especializados en logística y transporte
ayudará a cerrar la brecha de habilidades y asegurará el talento necesario para
enfrentar los retos del sector.
Finalmente,
el sector debe adaptarse a los cambios en las preferencias del consumidor.
Una encuesta de Statista revela que el 68% de los consumidores mexicanos están
dispuestos a pagar más por servicios sostenibles. Esto obliga a las
empresas a incorporar vehículos ecológicos y optimizar procesos para reducir el
impacto ambiental.
En 2025, la
logística en México deberá equilibrar sostenibilidad, tecnología e integración
regional para superar sus desafíos. Las empresas que adopten estas
tendencias estarán mejor posicionadas para liderar en un mercado cada vez más
exigente. En este contexto, México debe implementar estrategias logísticas
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Investigación
y redacción: Martín García López