El puerto seco se desarrollará en una extensión total de 2,000 hectáreas, con una primera fase que abarcará 55 hectáreas. Esta etapa inicial contempla la construcción de bodegas y oficinas, elementos esenciales para el correcto funcionamiento de un centro logístico de esta magnitud. La inversión estimada para esta primera fase asciende a 500 millones de dólares.
Uno de los aspectos más destacados del puerto seco será la incorporación de una espuela de ferrocarril, lo que facilitará el transporte de mercancías hacia los principales centros urbanos y portuarios. El proyecto contempla una colaboración con Ferromex para construir la vía férrea que conectará al puerto seco con Monterrey y Tampico, optimizando el traslado de carga.
El Gobierno de Tamaulipas también ha anunciado una inversión adicional de 600 millones de pesos para desarrollar infraestructura complementaria, incluyendo vialidades, electrificación, y servicios de agua potable y drenaje. Estos elementos serán fundamentales para asegurar el éxito del proyecto y garantizar su operatividad.
Este puerto seco no solo mejorará la conectividad del noreste de México, sino que también establecerá a Tamaulipas como un centro logístico clave. Con una ubicación estratégica y una infraestructura moderna, el proyecto está destinado a convertirse en un motor de desarrollo económico para la región y el país entero.