El Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (COMCE) anticipa que este flujo de capital provendrá en gran parte de sectores estratégicos como el automotriz, electrónico y manufacturero, así como del impulso del nearshoring.
De acuerdo con proyecciones del COMCE, la IED mostrará una tendencia de crecimiento constante en los próximos años:
- 2024: Se estima que México recibirá alrededor de 38,411 MDD.
- 2025: Las expectativas suben a 39,324 MDD.
- 2026: La cifra proyectada alcanza los 48 mil MDD, marcando un aumento significativo en comparación con años anteriores.
Sergio Contreras Pérez, presidente ejecutivo del COMCE, señaló que muchas de las inversiones que comenzarán a materializarse en 2026 provienen de “anuncios realizados en años anteriores”. Esto demuestra que las decisiones de inversión a largo plazo empiezan a consolidarse e impulsan sectores clave de la economía mexicana.
Una de las tendencias más destacadas es el cambio de enfoque de las inversiones extranjeras en México. Susana Duque Romero, directora general del COMCE, explicó que a partir de 2026 se espera una mayor entrada de nuevas inversiones, dejando atrás el periodo en el que predominaba la reinversión de utilidades. Este cambio permitirá la expansión de nuevas plantas, proyectos y líneas de producción en diversos sectores.
El auge del nearshoring ha sido uno de los principales catalizadores de este crecimiento. Empresas internacionales buscan acercar sus operaciones a Norteamérica, aprovechando la posición geográfica privilegiada de México, su red de tratados comerciales y su infraestructura industrial. Este fenómeno ha generado oportunidades en sectores como:
- Automotriz y autopartes
- Electrónica y tecnología
- Logística y transporte
- Manufactura avanzada
A pesar de que en 2023 se registraron aproximadamente 380 anuncios de inversión, el 6% del capital correspondió a empresas de origen chino. Sin embargo, aún no se ha concretado la instalación de armadoras automotrices chinas en el país, lo que indica un área de oportunidad para fortalecer las relaciones bilaterales y atraer más inversión de Asia.
El crecimiento de la IED contribuirá significativamente a la generación de empleos y al desarrollo de infraestructura en diversas regiones del país. Estados como Nuevo León, Querétaro, Guanajuato y Coahuila se perfilan como los principales receptores de estos capitales, consolidándose como polos industriales clave.
Este panorama optimista no solo refleja la confianza de los inversionistas extranjeros en México, sino también el esfuerzo del país por fortalecer su economía, mejorar su competitividad y rectificarse como una potencia manufacturera y exportadora en el escenario global.