En 2024, la automotriz europea comenzará la producción de vehículos eléctricos en su planta de Toluca, Estado de México, tras una inversión de 1,600 millones de dólares. Este movimiento representa un hito en su estrategia de electrificación. Asimismo, para el primer trimestre de 2025, Stellantis planea introducir novedades en el complejo de Coahuila, especializado en la producción de camiones, vans y motores, donde se espera el anuncio de un nuevo modelo de la línea RAM.
“Stellantis está comprometido con México y queremos seguir invirtiendo en el país. Tenemos una calidad de manufactura excepcional, nuestras plantas están entre las mejores de la corporación a nivel global”, declaró Quezada, destacando la experiencia de los obreros y el potencial competitivo de las instalaciones mexicanas.
El directivo reafirmó que Saltillo será clave en la expansión de la compañía: “Las plantas de Saltillo tienen una manufactura de alta calidad y todo para ser competitivas. Seguiremos apostando por esta región”, afirmó.
Sin embargo, Quezada señaló los retos que enfrentará la industria automotriz mexicana en 2024, entre ellos, la posible imposición de aranceles bajo la administración de Donald Trump, próximo presidente de Estados Unidos, y la revisión del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC). “A partir de enero dependerá mucho de cómo queden los temas de aranceles y otros factores que pueden afectar las operaciones y exportaciones hacia Estados Unidos”, advirtió.