El mes de diciembre tiene un significado especial en todo el mundo, marcando el final de un ciclo anual y ofreciendo la oportunidad de reflexionar, celebrar y planificar el futuro. Para las organizaciones, este mes no solo simboliza el cierre de un periodo de actividades, sino también el punto de partida para trazar estrategias que impulsarán los nuevos proyectos del año que está por comenzar.
A nivel empresarial, diciembre es el momento ideal para evaluar los logros alcanzados, analizar los aprendizajes obtenidos y ajustar las metas futuras. Los cierres contables y de proyectos son solo una parte de esta dinámica. También es el mes donde muchas empresas consolidan sus relaciones laborales mediante reconocimientos a los equipos, celebraciones internas y la reafirmación de valores corporativos. Estas acciones no solo cierran el año con un mensaje positivo, sino que también refuerzan el compromiso y la motivación de los colaboradores de cara al siguiente ciclo.
Diciembre también tiene un componente emocional que no debe pasarse por alto. Las festividades de fin de año son un recordatorio de la importancia de la familia, la solidaridad y la conexión humana, valores que las organizaciones también pueden incorporar en su cultura laboral. Este mes ofrece una oportunidad única para que las empresas refuercen su responsabilidad social, organizando iniciativas que beneficien a sus comunidades y generen un impacto positivo.
Desde una perspectiva global, diciembre representa renovación y esperanza. Las tradiciones culturales y religiosas que se celebran en esta época inspiran a las personas a mirar hacia el futuro con optimismo. Las organizaciones pueden capitalizar esta energía para motivar a sus equipos y comenzar el año con una visión clara y energía renovada.
En un mundo cada vez más centrado en la tecnología y la eficiencia, diciembre también invita a las empresas a humanizarse. Fomentar un ambiente laboral donde las personas se sientan valoradas y escuchadas es esencial para fortalecer las relaciones entre los miembros de un equipo. La empatía, el reconocimiento genuino y las acciones que prioricen el bienestar de los empleados crean un entorno donde la confianza y el sentido de pertenencia florecen.
Las empresas que se enfocan en la humanización no solo logran consolidar relaciones laborales más fuertes, sino que también inspiran a sus colaboradores a dar lo mejor de sí mismos. Este enfoque no solo mejora la satisfacción y el compromiso laboral, sino que también contribuye al éxito sostenido de la organización en el tiempo. Diciembre, con su carga emocional y simbólica, es el momento perfecto para que las empresas refuercen estos valores y entren al nuevo año con una base sólida y humana.
Diciembre también nos invita a reflexionar sobre cómo aprovechar estos momentos en los que las personas recuperan algo de humanismo, para impregnar ese espíritu en las empresas y sus acciones. Es una oportunidad para definir iniciativas que pongan a las personas en el centro de las decisiones organizacionales. No solo a quienes forman parte de la fuerza laboral, sino también a las comunidades y a la sociedad en general. Al enfocarse en generar impacto positivo en todos los niveles, las empresas pueden convertirse en agentes de cambio y contribuir a construir un futuro más humano y equitativo.
En conclusión, diciembre no es solo un cierre, sino también un inicio lleno de posibilidades. Es el momento ideal para que las empresas reflexionen, celebren sus logros y proyecten el futuro, reconociendo el valor de las conexiones humanas y la importancia de mirar hacia adelante con entusiasmo. Tomar diciembre como una oportunidad para unir el pasado con el futuro es una estrategia que puede marcar la diferencia en el éxito organizacional.
Francisco Martínez Domene
Francisco Martínez Domene es ejecutivo con más de 29 años de experiencia en la industria de los Recursos Humanos. Inició su carrera en Adecco España donde tuvo diferentes cargos comerciales y operacionales, siendo el último Director Regional de Operaciones durante 15 años, y en el 2015 se unió a la región de Latinoamérica en donde fue, primero, CEO en Chile y después en Argentina y Uruguay hasta Agosto 2019.
Actualmente es CEO de Adecco México, desde septiembre del 2019, y ha sido nombrado durante seis años consecutivos en la lista de los 25 líderes más influyentes de la subcontratación en Latinoamérica por la prestigiosa consultora norteamericana Staffing Industry Analyst. Actualmente forma parte del Consejo Directivo de Coparmex, del Consejo Directivo de la Cámara Suizo-Mexicana de Comercio e Industria, del Club Catalán de Negocios y de la Cámara Española de Comercio en México; de la cual adicionalmente es presidente del Comité de Recursos Humanos. A partir del 4 de diciembre del 2024, es Presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH) para el trienio 2025 – 2028.
A partir de diciembre del 2024, forma parte del exlcusivo programa “Top Voices” de LinkedIn, gracias a su reconocido aporte de contenido de valor a la comunidad de los Recursos Humanos, y desde septiembre del 2023 fue nombrado Ambassador de Awards of Happiness para México.
LinkedIn Francisco Martínez Domene
Twitter @fmdomene
A nivel empresarial, diciembre es el momento ideal para evaluar los logros alcanzados, analizar los aprendizajes obtenidos y ajustar las metas futuras. Los cierres contables y de proyectos son solo una parte de esta dinámica. También es el mes donde muchas empresas consolidan sus relaciones laborales mediante reconocimientos a los equipos, celebraciones internas y la reafirmación de valores corporativos. Estas acciones no solo cierran el año con un mensaje positivo, sino que también refuerzan el compromiso y la motivación de los colaboradores de cara al siguiente ciclo.
Diciembre también tiene un componente emocional que no debe pasarse por alto. Las festividades de fin de año son un recordatorio de la importancia de la familia, la solidaridad y la conexión humana, valores que las organizaciones también pueden incorporar en su cultura laboral. Este mes ofrece una oportunidad única para que las empresas refuercen su responsabilidad social, organizando iniciativas que beneficien a sus comunidades y generen un impacto positivo.
Desde una perspectiva global, diciembre representa renovación y esperanza. Las tradiciones culturales y religiosas que se celebran en esta época inspiran a las personas a mirar hacia el futuro con optimismo. Las organizaciones pueden capitalizar esta energía para motivar a sus equipos y comenzar el año con una visión clara y energía renovada.
En un mundo cada vez más centrado en la tecnología y la eficiencia, diciembre también invita a las empresas a humanizarse. Fomentar un ambiente laboral donde las personas se sientan valoradas y escuchadas es esencial para fortalecer las relaciones entre los miembros de un equipo. La empatía, el reconocimiento genuino y las acciones que prioricen el bienestar de los empleados crean un entorno donde la confianza y el sentido de pertenencia florecen.
Las empresas que se enfocan en la humanización no solo logran consolidar relaciones laborales más fuertes, sino que también inspiran a sus colaboradores a dar lo mejor de sí mismos. Este enfoque no solo mejora la satisfacción y el compromiso laboral, sino que también contribuye al éxito sostenido de la organización en el tiempo. Diciembre, con su carga emocional y simbólica, es el momento perfecto para que las empresas refuercen estos valores y entren al nuevo año con una base sólida y humana.
Diciembre también nos invita a reflexionar sobre cómo aprovechar estos momentos en los que las personas recuperan algo de humanismo, para impregnar ese espíritu en las empresas y sus acciones. Es una oportunidad para definir iniciativas que pongan a las personas en el centro de las decisiones organizacionales. No solo a quienes forman parte de la fuerza laboral, sino también a las comunidades y a la sociedad en general. Al enfocarse en generar impacto positivo en todos los niveles, las empresas pueden convertirse en agentes de cambio y contribuir a construir un futuro más humano y equitativo.
En conclusión, diciembre no es solo un cierre, sino también un inicio lleno de posibilidades. Es el momento ideal para que las empresas reflexionen, celebren sus logros y proyecten el futuro, reconociendo el valor de las conexiones humanas y la importancia de mirar hacia adelante con entusiasmo. Tomar diciembre como una oportunidad para unir el pasado con el futuro es una estrategia que puede marcar la diferencia en el éxito organizacional.
Francisco Martínez Domene
Francisco Martínez Domene es ejecutivo con más de 29 años de experiencia en la industria de los Recursos Humanos. Inició su carrera en Adecco España donde tuvo diferentes cargos comerciales y operacionales, siendo el último Director Regional de Operaciones durante 15 años, y en el 2015 se unió a la región de Latinoamérica en donde fue, primero, CEO en Chile y después en Argentina y Uruguay hasta Agosto 2019.
Actualmente es CEO de Adecco México, desde septiembre del 2019, y ha sido nombrado durante seis años consecutivos en la lista de los 25 líderes más influyentes de la subcontratación en Latinoamérica por la prestigiosa consultora norteamericana Staffing Industry Analyst. Actualmente forma parte del Consejo Directivo de Coparmex, del Consejo Directivo de la Cámara Suizo-Mexicana de Comercio e Industria, del Club Catalán de Negocios y de la Cámara Española de Comercio en México; de la cual adicionalmente es presidente del Comité de Recursos Humanos. A partir del 4 de diciembre del 2024, es Presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH) para el trienio 2025 – 2028.
A partir de diciembre del 2024, forma parte del exlcusivo programa “Top Voices” de LinkedIn, gracias a su reconocido aporte de contenido de valor a la comunidad de los Recursos Humanos, y desde septiembre del 2023 fue nombrado Ambassador de Awards of Happiness para México.
LinkedIn Francisco Martínez Domene
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