El proyecto forma parte del programa de fabricación de vehículos de tecnología avanzada del DOE, que anteriormente ha respaldado a gigantes como Tesla, Ford y General Motors. Sin embargo, el desembolso del préstamo está sujeto a que Rivian cumpla con condiciones legales, técnicas, ambientales y financieras.
Entre los compromisos asumidos, Rivian no se opondrá activamente a los esfuerzos de organización sindical en la planta de Georgia. A pesar de esto, no se garantiza que la instalación llegue a sindicalizarse. La planta generará cerca de 7,500 empleos operativos para 2030, según estimaciones oficiales.
La aprobación llega en un momento clave para Rivian, que enfrenta desafíos como la competencia en el mercado de vehículos eléctricos y problemas en la producción de sus modelos actuales. Las acciones de la compañía han caído un 50% este año debido a dificultades en la cadena de suministro y costos elevados.
No obstante, Rivian ha fortalecido su posición financiera al cerrar una inversión de 5,800 millones de dólares con Volkswagen, además de reportar $7,850 millones en efectivo al finalizar el tercer trimestre de 2024. Sobre el préstamo, RJ Scaringe, director ejecutivo de Rivian, declaró: “Este préstamo le permitiría a Rivian ampliar de manera más agresiva nuestra presencia de fabricación en Estados Unidos para nuestros vehículos R2 y R3 a precios competitivos que enfatizan tanto la capacidad como la asequibilidad”.