A esta eficiencia se suma la reciente inauguración del segundo acceso norte al puerto, que ha sido clave para descongestionar el tráfico de autotransporte, facilitando el traslado de mercancías en una región que enfrenta una creciente demanda logística. Este nuevo acceso, junto con las vialidades mejoradas, garantiza un flujo más eficiente de vehículos de carga tanto en las zonas norte como sur del puerto. Además, se han proyectado inversiones adicionales para ampliar los puntos de acceso y mejorar las carreteras de entrada, consolidando a Manzanillo como el eje de desarrollo económico del occidente de México.
Un claro ejemplo es la expansión del Puerto de Manzanillo, que consolida a México como un referente en infraestructura portuaria, destacando su relevancia en el comercio global y la logística regional. Este ambicioso proyecto, que inició el 23 de noviembre, marca un antes y un después en la historia del puerto. Con una inversión de 63 mil millones de pesos, el nuevo Puerto de Manzanillo, ubicado en la Laguna de Cuyutlán, busca posicionarse entre los 15 puertos más importantes del mundo. Su capacidad proyectada de manejo de 10 millones de contenedores anuales es un salto significativo respecto a los 3.25 millones de TEU gestionados entre enero y octubre de 2024, reflejo de un crecimiento constante del 6.6 % en comparación con el mismo periodo de 2023.
La ampliación hacia la Laguna de Cuyutlán abarca 1,800 hectáreas, cuadruplicando las actuales 450 del puerto y transformándolo en un nodo logístico clave para América Latina. Dividido en dos fases con fecha de culminación en 2030, el proyecto incluye la construcción de terminales especializadas para contenedores y manejo de hidrocarburos, una nueva aduana, conexiones ferroviarias y sistemas viales internos. Para garantizar su operatividad sostenible, se contempla la implementación de grúas eléctricas con capacidad de carga de 65 toneladas y la construcción de una planta termoeléctrica y de gas que suministrará energía al recinto.
Este enfoque en la sostenibilidad y eficiencia operativa sitúa al Puerto de Manzanillo como modelo en la región, minimizando el impacto ambiental y maximizando la productividad. Además, la profundidad de los canales de navegación será de al menos 18 metros, permitiendo el arribo de embarcaciones de hasta 400 metros de eslora. También, la expansión del Puerto de Manzanillo no solo representa un avance en infraestructura y logística, sino también una oportunidad para el desarrollo educativo en la región. Según Yax Tel Nolasco, presidente de la Unión Transportista de Carga de Manzanillo, el crecimiento portuario impulsará la demanda de operadores capacitados y generará más empleos relacionados con el transporte y la logística. En este contexto, se han establecido alianzas estratégicas con instituciones educativas como el Cecati-34, que ya capacita a nuevos operadores, y se busca firmar convenios con la Universidad de Colima para ampliar estos esfuerzos.
En el contexto global del nearshoring, la ampliación del Puerto de Manzanillo es un movimiento estratégico para capitalizar la reconfiguración de las cadenas de suministro. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, intensificadas durante la administración de Donald Trump, han impulsado a las empresas a buscar ubicaciones más cercanas y estables para sus operaciones. México, con su proximidad geográfica a Estados Unidos y tratados comerciales como el T-MEC, se ha convertido en un destino atractivo para inversiones manufactureras y logísticas. La expansión del Puerto de Manzanillo es un claro ejemplo de cómo el país ha aprovechado estos cambios para posicionarse como un actor clave en el comercio mundial.
Cabe recalcar que el puerto es utilizado por grandes empresas globales como Maersk, MSC, CMA CGM, Evergreen, Hapag-Lloyd, Hyundai Merchant Marine, K-Line, MOL, NYK Line, OOCL y Yang Ming, destacando su papel como punto estratégico para el comercio con Asia, especialmente con China, Japón y Corea del Sur. El Puerto de Manzanillo aspira a escalar posiciones en la clasificación de los principales puertos del mundo, gestionando un volumen de contenedores que lo colocaría entre los 20 más activos. Este crecimiento no solo fortalece su capacidad operativa, sino que también genera beneficios económicos y sociales para la región de Colima.
El Puerto de Manzanillo representa una oportunidad única para México en el panorama logístico global. Su expansión no solo incrementa la capacidad de manejo de mercancías, sino que también fortalece la posición estratégica del país como un hub de comercio internacional. Con inversiones sostenidas, infraestructura de vanguardia, Manzanillo es más que un puerto: es un motor de desarrollo para México y hacia el futuro de la logística mundial.
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Redacción e investigación: Martín García López, Cluster Industrial