Desafíos y oportunidades para México ante el segundo mandato de Donald Trump
Escrito por Cluster Industrial
Nacional
27/11/2024 16:58
México, beneficiado por el nearshoring y como principal proveedor de bienes a EE. UU., podría aprovechar una intensificación de la guerra comercial entre EE. UU. y China (aranceles de 60%). Además, la posibilidad de aranceles para México es baja.
CDMX, 28 de noviembre de 2024.- En la más reciente edición del Monitor Económico de CIAL Dun & Bradstreet, se analizan las amenazas del presidente electo Donald Trump sobre aplicar aranceles a México, además de las principales tendencias macroeconómicas que pueden definir el rumbo del país en 2025 y posterior.
Donald Trump, con mayoría en el Congreso, plantea imponer aranceles de hasta el 25% a los productos mexicanos, afectando especialmente a la industria automotriz y electrónica. Esto busca reducir el déficit comercial de EE. UU. con México, que alcanzó un máximo histórico de 260 mil millones de dólares en 2024. Sin embargo, la probabilidad de aplicar aranceles es baja debido a la integración económica entre ambos países y su impacto inflacionario en EE. UU.
México enfrenta un déficit fiscal cercano al 6% del PIB y desaceleración económica (1.3% de crecimiento en 2024). Además, Trump amenaza con deportaciones masivas que afectarían las remesas (65 mil millones de dólares en 2024), fuente clave de divisas. Esto podría presionar las finanzas públicas de México, que carecen de un plan para manejar una posible crisis migratoria.
México, beneficiado por el nearshoring y como principal proveedor de bienes a EE. UU., podría aprovechar una intensificación de la guerra comercial entre EE. UU. y China (aranceles de 60%). Sin embargo, la incertidumbre interna por las reformas constitucionales y judiciales podría limitar estas oportunidades. La revisión del T-MEC en 2026 será crucial para el futuro comercial de México.
Donald Trump: escenarios para México
La llegada de Donald Trump a su segundo mandato (2025-2028) se da en un momento muy particular para México en cuanto a su condición local, donde destacan varios eventos. Primero, la elección de Claudia Sheinbaum con mayoría calificada en el Congreso y que le da la posibilidad de hacer cambios constitucionales sin ninguna restricción. Segundo, la decisión de reformar el poder judicial y la eliminación de los órganos autónomos, mismos que están en marcha.
Tercero, en lo económico, México enfrenta un déficit fiscal cercano al 6% del PIB (requerimientos financieros del sector público), duplicándose en pocos años y siendo el más alto desde 1988 (7.5%), además de que la deuda pública está superando el 50% del PIB y es su nivel más alto desde el 51% de 1988 (aumentó seis puntos en el sexenio 2019-2024).
Cuarto, en 2024 la economía mexicana se desaceleró de manera significativa, a solo 1.3% vs 3.2% en 2032, mientras que en Estados Unidos su ritmo se mantiene, al crecer 2.8% estimado en 2024 vs 2.9% en 2023. Tanto México como Estados Unidos están hoy en un ciclo de recortes en sus tasas de interés. En México, la inversión empieza a mostrar cierta caída, en medio de la incertidumbre local y externa.
Amenazas sobre México: aranceles
Para su segundo período y teniendo el control absoluto del Congreso en Estados Unidos, Donal Trump ha hecho una serie de amenazas contra México; ello, como parte de su campaña presidencial. Una de las más importantes, como en 2016, ha sido la de imponer aranceles del 25% a todos los productos que se envían de México a Estados Unidos. En 2016, Trump pensaba que el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) (inició en 1994) era el peor tratado firmado por EE. UU., ya que el déficit comercial de EE. UU. con México era creciente e inaceptable. Amenazó con imponer un arancel del 10% si México no controlaba su frontera sur para evitar la creciente migración hacia Estados Unidos. Aplicó aranceles al acero y aluminio por un tiempo. Propuso una revisión del TLCAN y de esto surgió el T-MEC (Tratado de México, Estados Unidos y Canadá), de quien dijo que era el mejor tratado para EE. UU. en su historia.
Sin embargo, el déficit comercial de EE. UU. con México no se detuvo y pasó desde 123 mil millones de dólares en 2016 hasta 171 mil millones en 2020, su último año de gobierno. No logró su objetivo de revertir el déficit, aunque se logró que el contenido regional en la industria automotriz se elevara hasta 70%, lo cual era bueno para la región.
En 2024, nuestro superávit comercial con EE. UU. rondará los 260 mil millones de dólares (máximo histórico).
Con el inicio del T-MEC, Trump iniciaría una guerra comercial con China, de la cual se derivaría el “boom del Nearshoring”, siendo un beneficio para México, quien hoy es el primer proveedor de bienes hacia EE. UU.
Desde el año 2000 hasta 2024, las exportaciones de México hacia EE. UU. crecieron 5.3% promedio anual, mientras que importaciones mexicanas desde ese país crecieron solamente 2.9% anual. Es la razón por la cual nuestro superávit comercial con ese país ha sido creciente. De esta manera, el comercio total de México (exportaciones más importaciones) con EE. UU. se redujo desde casi 78% del comercio total del país hasta solamente 62% en 2024.
El menor peso de nuestro comercio exterior con EE. UU. se explica en gran medida porque las importaciones mexicanas desde ese país bajaron desde casi 68% del total importado por México en 2001 hasta 40.5% en 2024, un descenso de casi 28 puntos (muy significativo). Por su parte, la presencia de las exportaciones mexicanas hacia ese país se reduce en cinco puntos.
Asimismo, el comercio exterior de México con Canadá también ha cambiado. De tener un déficit comercial de 1.152 millones de dólares en 2001, México pasó a un superávit de 6.102 millones de dólares estimados para 2024. Entre el año 2000 y 2024, las exportaciones mexicanas hacia Canadá crecieron 7,6% promedio anual vs 5,0% de nuestras importaciones desde ese país. En resumen, y como es sabido, desde la época del TLCAN, el gran beneficiado en materia de comercio exterior ha sido México. Es una de las razones por las que Estados Unidos ahora asume una postura amenazante contra México, en un intento por revertir dicho equilibrio. Será difícil porque ahora son economías altamente integradas.
Por su parte, el comercio exterior de México con China ha observado un desempeño muy distinto. Mientras nuestro superávit con EE. UU. es creciente ( 260 mil millones de dólares en 2024), con China se reportó un creciente déficit comercial: desde 4 mil millones de dólares en 2001 hasta 115 mil millones de dólares en 2024.
Complementariamente, la balanza comercial de México con Europa también se ha deteriorado con el paso del tiempo. El déficit mexicano con ellos pasó desde 8.917 millones de dólares en 2000 hasta más de 50 mil millones en 2024. Las exportaciones mexicanas hacia esa región crecieron 6,4% promedio anual entre 2000 y 2024, mientras que las importaciones mexicanas lo hicieron en 7,1% anual.
Si Estados Unidos intensifica su guerra comercial con China, México tendría que seguir aprovechando esta condición (nearshoring) y operar con una gran estrategia para evitar un deterioro de nuestra relación con EE. UU., de cara a la revisión que se viene del T-MEC de 2026. A diferencia de 2017, ahora Trump cuenta con “carro completo” en el Congreso y eso le da la posibilidad de ser más agresivo con relación a China y México con respecto a los aranceles.
Hay cuarto industrias cuyas ventas se dirigen en más del 50% hacia el mercado externo, mayormente EE. UU.. Equipo de cómputo y electrónico concentra sus ventas en alrededor del 80% hacia el exterior; en equipo de transporte está cerca del 80%. En particular, la industria de vehículos concentra más del 91% de sus ventas al exterior (57% en autopartes), siendo potencialmente la industria sobre la que Donald Trump ha puesto sus amenazas.
Hay 12 entidades en las que equipo de transporte (automotriz) es su principal segmento de exportación, con una presencia de alrededor del 60% en promedio de sus exportaciones totales. Serían los más afectados si se concreta la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos; y más todavía si el arancel fuera más alto a la industria de vehículos (hasta 200% según la amenaza de Trump). Indirectamente, las entidades que exportan equipos eléctricos, electrónicos también se verán afectadas, ya que son proveedores parciales de la industria automotriz.
Conclusiones
La probabilidad de que EE. UU. aplique aranceles del 25% a México es baja. Primero, el conflicto de EE. UU. es más con China que con México. Segundo, el grado de integración entre ambas economías, como parte del TLCAN-TMEC, dificultaría esta medida. En tercer lugar, aplicar aranceles a México le podría significar un aumento en los costos para los consumidores y, por ende, un problema de inflación, con todo lo que ello conlleva.
La amenaza de aranceles del 25% a México podría ser un factor de presión o un condicionante para que México resuelva el problema de la migración proveniente de muchos países y que están ingresando casi libremente por nuestra frontera sur. Junto con la migración, la presión será para resolver el tema de la creciente presencia del narcotráfico en la economía nacional.
En todo caso, Estados Unidos podría ser más moderado y aplicar un arancel del 10% a México, en un intento por moderar o detener el creciente déficit comercial con México (260 mil millones de dólares estimados para 2024).
Si EE. UU. le aplica un arancel del 60% a China, se extiende la guerra comercial con ese país, vigente desde 2018, justo en el primer gobierno de Trump. Si así fuera, México se vería beneficiado y tendría que aprovechar esta nueva oportunidad.
El fenómeno del nearshoring, que se había debilitado por las decisiones locales sobre el poder judicial y otras reformas constituciones propuestas desde febrero de este año, podría revivir. Si así fuera, México sería nuevamente el país más indicado para aprovechar esta condición.
El 20 de enero, Trump asume el poder. A partir de ese momento hay que monitorear las decisiones que tome y elaborar los escenarios apropiados en torno a los posibles efectos sobre la economía mexicana. Esto marcará también la postura que EE. UU. asumirá con respecto a la revisión del TMEC de 2026, teniendo en cuenta que en Canadá se habla de excluir a México de este acuerdo.
Fuente: CIAL Dun & Bradstreet.