Durante dos días, las principales asociaciones mexicanas: de Energía (AME), de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI), de Gas Natural (AMGN), Energía Solar (ASOLMEX), de Eficiencia Energética (AMENEER), de Energía Eólica (AMDEE), de Hidrógeno (AMH2), de Comercializadores de Energía (ACE), de Empresas de Servicios Petroleros (AMESPAC), de Suministradores Calificados (AMSCA); así como Visión México Energía (VIME), dialogaron sobre la importancia del sector energético para el desarrollo de México, su impacto en la relocalización de las empresas, el potencial de los polos de desarrollo, así como la relevancia de trabajar de la mano con el gobierno federal en los proyectos que mejoren y aumenten la seguridad energética vital para el crecimiento del país.
Se destacó la importancia de dar continuidad a las inversiones en el sector para mantener el empleo, las inversiones (locales y nacionales), el pago de impuestos y contraprestaciones, así como en fortalecer a la empresa del Estado mediante la aportación de tecnologías de punta y experiencia operativa. Continuar con la exploración y producción de energéticos incluyendo los recursos no convencionales es fundamental para fortalecer la seguridad energética nacional, particularmente en la producción de gas natural.
Se hizo hincapié en establecer políticas públicas para facilitar la transición hacia la movilidad sostenible, así como a explorar soluciones como la electrificación, el aumento en el uso de gas natural vehicular (GNV) y el hidrógeno, que lideran el cambio hacia una movilidad limpia.
Se comentó que la ampliación de la infraestructura de transmisión es el principal desafío para la transición energética en México, en los próximos cinco años, el país debe añadir 35 GW de capacidad de generación, lo que equivale a lo logrado en los últimos quince años. Asimismo, se coincidió en que el nearshoring es una oportunidad clave, pero requiere de la participación privada y políticas claras para impulsar la transición energética.
Mencionaron que la inversión y desarrollo de infraestructura de gas natural en el sur-sureste ofrece a la región elevar las oportunidades para atraer inversiones, fomentar otras cadenas productivas y por consiguiente generar empleos, fomentando la prosperidad y el crecimiento económico para reducir las desigualdades sociales. Este energético es más económico y eficiente que los combustibles fósiles convencionales, razón por la que ofrece una alta competitividad en sectores clave como la manufactura, el transporte y la generación de energía, por lo que lo hace vital para la transición energética de nuestro país.
Entre otros temas, se destacaron diversos mecanismos que pueden implementar los generadores y los usuarios calificados para dar flexibilidad al sistema eléctrico, elementos para la planeación del desarrollo de infraestructura de generación y transmisión, y el diseño de soluciones para ofrecer un mayor acceso a la energía renovable variable manteniendo la confiabilidad del sistema eléctrico,
Las asociaciones en que se requiere un trabajo conjunto del gobierno, iniciativa privada y sector social para agilizar y facilitar la construcción de infraestructura que garantice la seguridad energética del país, genere más empleo y detone el desarrollo económico de zonas que aún presentan rezago, así como ofrecer las condiciones adecuadas para la inversión y la relocalización de las empresas.