México, al igual que otros países, ha propuesto estrategias para avanzar hacia una economía circular. Según el documento “Visión nacional hacia una gestión sustentable: cero residuos” de la Semarnat, uno de los principios rectores es establecer las bases para desarrollar los mecanismos e instrumentos necesarios para fortalecer la gestión sustentable de materiales con un enfoque de cero residuos.
La transición hacia este modelo representa un gran reto, no solo para el gobierno, sino también para el sector privado, la sociedad civil, la academia y otros actores. Entre los desafíos más importantes se encuentra aumentar la cobertura de recolección de residuos, actualmente cercana al 84%, e instalar infraestructura adecuada para su tratamiento y disposición. De lo recolectado, solo el 72% se destina a sitios de disposición final, y la recuperación de materiales valorizables sigue siendo baja: aunque el 31.56% de los residuos generados son susceptibles de ser aprovechados, menos del 9% se recicla efectivamente.
La gestión eficiente de residuos es clave dentro de la economía circular. Según el Estudio de la Gestión de Residuos: RSU, RME, RP en México, contar con infraestructura adecuada para la recolección, transporte, tratamiento y disposición final es fundamental. En el país existen 102 estaciones de transferencia, de las cuales 93 están bajo gestión pública y el resto en manos privadas.
En cuanto a los centros de acopio, el estudio destaca que hay 498 en México, concentrándose la mayor parte (82.5%) en la Ciudad de México. Por otro lado, existen 2,205 Sitios de Disposición Final (SDF), que reciben un promedio de 86,352 toneladas diarias de residuos. Del total, el 93.3% de estos sitios operan bajo gestión gubernamental, el 5% en manos privadas y el 2.1% en regímenes mixtos o sociales.
Las empresas que han adoptado la economía circular demuestran que reutilizar recursos es más rentable que producirlos desde cero. Esto ha permitido reducir los costos de producción, lo que se traduce en precios de venta más bajos y beneficios tanto económicos como sociales y ambientales para los consumidores.