Plataforma líder en información de la industria de movilidad

Cluster Industrial - Reforma Energética 2024: ¿Dónde queda la Industria Automotriz nacional?

Reforma Energética 2024: ¿Dónde queda la Industria Automotriz nacional?

Escrito por Cluster Industrial

Artículos especiales 18/10/2024 12:19

La recién aprobada reforma energética de Sheinbaum redefine el papel del Estado en el sector, fortaleciendo la posición de CFE, favoreciendo la energía renovable y el control del litio. ¿Qué significa para la industria automotriz?

CDMX, 18 de octubre de 2024.- Acabamos de pasar un punto crucial para definir el rumbo del sexenio que inicia y bajo los reflectores del cambio de gobierno, la reforma al Poder Judicial, los escándalos de seguridad y las elecciones en Estados Unidos, este punto de inflexión en las políticas públicas ha pasado a un papel secundario. Se trata de la reciente reforma energética aprobada bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum.  

Las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Energía y Estudios Legislativos del Senado de la República aprobaron la reforma constitucional. El 17 de octubre esta fue aprobada con 86 votos a favor, 39 en contra y una abstención, así los órganos legislativos dieron su respaldo a la minuta que envió la Cámara de Diputados al Senado de la República, para modificar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política. En palabras del Senado, dicha reforma “busca fortalecer las capacidades del Estado en el sector energético y proveer al pueblo de la electricidad al menor precio posible”. La reforma pasará ahora a ser evaluada por los congresos de los estados, en los que se espera también sea aprobada debido a la mayoría de gobiernos alineados al oficialismo.

Entendido de otra forma, tiene como objetivo principal fortalecer la soberanía energética de México y consolidar el papel del Estado en el sector. En lo particular, el dictamen elimina del texto constitucional el concepto de “empresas productivas del Estado” y lo sustituye por el de “empresas públicas del Estado”. Esta reforma plantea una serie de modificaciones que pueden tener efectos significativos para la industria de manufactura automotriz en el país, especialmente en lo que respecta a la transición hacia fuentes de energía más sostenibles y el impacto en los costos de producción para las plantas de ensamblaje.

En última instancia, la Cámara de Diputados eliminó un párrafo de la reforma que hacía referencia a la transición energética. Al respecto, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo: 'Si hubiera quedado como tal el párrafo podría darse la situación de que si uno pone un panel fotovoltaico en su casa estuviera prohibido. Entonces, lo que decidimos es que esa parte quede en las leyes secundarias'. Sheimbaum apuntó que el objetivo es que la CFE tenga un 54% de la generación y el resto lo puedan proveer empresas privadas con reglas muy claras. Las leyes secundarias serían discutidas en próximos meses para incluirse en una reforma a la Ley de la Industria Eléctrica.

Expertos apuntan a que México necesitaría 90,000 megawatts en los próximos 15 años para cumplir con las exigencias del sistema eléctrico nacional, es decir el doble de lo instalado hoy, y además, para entonces el 90% debería provenir de fuentes de energía limpia, un reto por demás insólito, puesto que actualmente la proporción de energía limpia es de tan solo 24.3% en el caso de la CFE, que se propone con la reforma sea el principal productor de energía. Al considerar la participación actual del sector privado, la generación de energías limpias se eleva a 31.4%, por debajo de la meta de 35% que se planteó para 2024 y que ahora Sheinbaum ha establecido en 45% para 2030 al fin de su gobierno.

Hablando de costos, la administración Sheinbaum ha propuesto que los precios de la electricidad, gas doméstico, gasolinas, diésel, etcétera, no suban en términos reales durante el sexenio 2025-2030. CIAL Insights informó recientemente que durante el sexenio 2019-2024 dichos precios subieron por debajo de la inflación nacional, más notoriamente en el caso del gas doméstico (0,2% promedio anual).

 

 

PUNTOS CLAVE DE LA REFORMA Y SU POSIBLE IMPACTO EN LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ

  1. Transición hacia energías renovables: La reforma busca reducir la dependencia de los combustibles fósiles mediante la expansión de fuentes renovables como la energía solar y eólica, incluyendo la construcción de nuevas plantas fotovoltaicas, eólicas, hidráulicas y geotérmicas, según los planes previamente anunciados por el equipo de la nueva presidenta. Este cambio puede ser positivo desde el punto de vista ambiental, pero podría incrementar los costos energéticos en el corto plazo debido a la enorme inversión (calculada en hasta 40 mil millones de dólares) en infraestructura y la reestructuración de la red eléctrica nacional. Para la industria automotriz, que consume una gran cantidad de energía, esto podría traducirse en un aumento en los costos operativos por un periodo de tiempo, afectando la competitividad de las plantas de manufactura en el país​.
  2. Control estatal y regulación del litio: Otro aspecto importante de la reforma es el control estatal sobre el litio, que será reservado exclusivamente para el uso del Estado, con el objetivo de asegurar su disponibilidad para la transición a vehículos eléctricos (EVs). Este enfoque podría influir en la cadena de suministro de baterías de litio, un componente esencial para la industria automotriz. Si bien puede ayudar a asegurar el suministro interno, también podría limitar la participación de inversionistas privados y generar incertidumbre sobre la capacidad de México para satisfacer la demanda global de litio. Aquí es donde entra el Plan Sonora y el proyecto de vehículo eléctrico mexicano Olinia, que promete ser una opción asequible para el mercado local y que de ponerse en marcha necesitaría de la cadena de suministro de la industria automotriz nacional para ser exitoso. ​
  3. Fomento de la eficiencia energética: La reforma pone un fuerte énfasis en la eficiencia energética y en la disminución de la intensidad energética, que podría beneficiar a largo plazo a la industria automotriz. Un consumo energético más eficiente podría ayudar a reducir los costos de producción, algo crucial para las plantas de ensamblaje y fabricación de autopartes. Sin embargo, lograr estos niveles de eficiencia requerirá inversiones significativas en tecnología, lo cual representa un desafío financiero para las empresas en el corto plazo. ​
  4. Impacto del nearshoring y reubicación de la cadena de suministro: Con México posicionado como un hub estratégico en la cadena de suministro global, la reforma se alinea con el interés en atraer inversión extranjera directa a través de nearshoring, es decir, la reubicación de procesos productivos cerca de los mercados finales. Este enfoque tiene el potencial de fortalecer el papel de México en la industria automotriz de Norteamérica, especialmente en el contexto de la electrificación de vehículos. Al mejorar, en teoría, la infraestructura energética y reducir las barreras para la inversión en energías renovables aún cambiando la balanza entre generación pública y privada, México podría atraer más empresas automotrices que buscan cadenas de suministro confiables y sostenibles. ​

 

Por supuesto, del papel a la escena las cosas pueden ser muy distintas, y mientras la reforma energética de Claudia Sheinbaum promete oportunidades para modernizar el sector energético y fortalecer el papel de México en la industria automotriz global, también presenta retos que podrían influir en los costos y la competitividad del sector a corto y mediano plazo. Las plantas de manufactura automotriz deberán adaptarse a las nuevas regulaciones que emanen de las leyes secundarias y aprovechar las oportunidades de inversión en eficiencia y sostenibilidad para mantener su posición en el mercado. Muchas de estas consideraciones están contempladas en el decálogo que AMIA presentó al gobierno de Sheinbaum recientemente.

¿Y qué hay del mercado interno de vehículos internos? No olvidemos que entre las promesas de Claudia Sheinbaum ha estado la de tener incentivos específicos para la compra de vehículos eléctricos como parte de su plan para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y fomentar la transición hacia tecnologías de movilidad más sostenibles. Estos incentivos podrían incluir créditos con tasas de interés preferenciales para la adquisición de vehículos eléctricos, así como posibles exenciones fiscales para fabricantes y compradores que se comprometan con esta tecnología​ o estímulos para la integración con infraestructura de generación doméstica de energía solar para recarga de estos vehículos.

El objetivo es no solo facilitar la adopción de vehículos eléctricos por parte de los consumidores, sino también incentivar a las armadoras para que aumenten su producción de EVs en México. Esto es especialmente relevante en el contexto de la industria automotriz, ya que muchas plantas de ensamblaje están adaptando sus operaciones para producir vehículos eléctricos hacia el final de la década y cumplir con las regulaciones ambientales internacionales de los países hacia los que exportamos automóviles. ​

Esta tendencia de inversión probablemente beneficiará particularmente a las zonas con alta demanda industrial y de infraestructura logística, como el Bajío (Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí), el norte del país (Nuevo León y Coahuila), y el estado de Sonora debido a su papel en el Plan Sonora, enfocado en la generación de energía solar​ y extracción/transformación del litio. Que no nos sorprenda si en próximos años aparecen nuevas plantas armadoras de vehículos en el estado de Sonora que acompañen a la exitosa planta de Ford en Hermosillo, que se ha convertido en la más eficiente y productiva del país relativa a su capacidad instalada.

En general, una reforma energética con leyes secundarias claras y bien aplicadas, debería provocar que las zonas con capacidad para generar energía renovable y producir vehículos con cadenas consolidadas, como el Bajío, Sonora y el norte del país, se conviertan en polos de atracción para las armadoras de vehículos eléctricos, fomentando la creación de empleos y el fortalecimiento de la cadena de suministro automotriz.

 

Redacción: Adrián Martínez, editor de Cluster Industrial. Con información del Senado, CIAL Insights, AMIA, CENACE.

Suscríbete Suscríbete al boletín