CDMX, 16 de octubre de 2024.- CIAL Dun & Bradstreet nos
ofrece su análisis sobre algunas de las metas económicas más relevantes del
sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum, así como su monitor económico actualizado
sobre las principales tendencias en manufactura, deuda pública, tipo de cambio
y economía de los Estados Unidos.
En opinión de los analistas de CIAL Dun & Bradstreet, a
pesar de que la nueva administración federal se compromete a reforzar el
nearshoring y seguir potencializando a México frente a la situación comercial
con Estados Unidos, habrá que ver cómo es que se desenvuelven frente a el
próximo presidente de los Estados Unidos de América, junto con las nuevas
políticas que traiga consigo el nuevo gobierno del norte. Además, será
importante resaltar que todavía se mantiene la política de los precios
energéticos en México, y que, a raíz de otros factores en términos reales, se
ha visto un descenso de los precios energéticos del consumidor.
En cuanto al sector industrial, todavía tiene una situación
difícil, reportando un retroceso en la producción de 0,3% anual. El dólar
todavía sigue en 19.40 pesos y reportará una estabilidad cambiaria a mediano
plazo.
T-MEC,
relación comercial con Estados Unidos
La presidenta Sheinbaum ha dicho: “Aprovecharemos la
relación comercial con Estados Unidos y Canadá para seguir impulsando la
relocalización de las empresas, mientras se promueve el desarrollo regional. No
competimos con Estados Unidos y Canadá, nos complementamos y generamos las
condiciones para una consolidación de la economía de todo el continente”.
Potencialmente, México es el país que mejores beneficios deberían sacar de este
fenómeno del nearshoring o relocalización. México tiene muchas ventajas frente
a cualquier otro país: su cercanía con Estados Unidos; un tratado comercial
vigente desde 1994; Cadenas de producción-logística desarrolladas con Estados
Unidos; México es un gran productor de manufacturas y gana presencia en el
mercado de Estados Unidos; hoy hay un conflicto o guerra comercial entre Estados
Unidos y China; disponibilidad de mano de obra calificada; entre otros.
En 2024, México reportaría con Estados Unidos un superávit
comercial de $256 mil millones de dólares, una cifra histórica y que ha marcado
un claro cambio de dirección desde la vigencia del TLCAN (Tratado de Libre
Comercio de América del Norte). Durante este período, las exportaciones mexicanas
hacia ese país crecieron 8.3% promedio anual, mientras que las importaciones
desde Estados Unidos avanzaron 5.7% anual. Hoy, México ya es el principal
exportador hacia Estados Unidos.
La nueva administración debe hilar fino para llevar a cabo
en buenos términos la revisión del T-MEC (Tratado México, Estados Unidos y
Canadá) de 2026. Bajo ningún concepto convendría a México generar fricciones
con su principal socio comercial. En una hipotética guerra comercial con Estados
Unidos, pierde México, tal como le está pasando a China. Nuestro superávit con
Canadá es de 6 mil millones de dólares. Estados Unidos también es el origen más
importante de la inversión extranjera directa que ingresa al país, con 44% del
total durante 2001-2023.
Estabilidad en
precios energéticos y reforma energética
Se mantiene la política de precios de los energéticos. La
nueva administración propone que estos precios no suban en términos reales
durante el sexenio 2025-2030, tal como ha sido en el sexenio anterior. Esto
aplica para la electricidad, el gas doméstico, las gasolinas, el diésel, entre
otros. En general, durante el sexenio 2019-2024, estos precios han subido por
debajo de la inflación nacional, más notoriamente en el caso del gas doméstico
(0,2% promedio anual). Esto significa que, en términos reales se ha observado
cierto descenso en los precios energéticos del consumidor.
El Plan Nacional de Energía propone convertir a Pemex
(Petróleos Mexicanos) y la CFE (Comisión Federal de Electricidad) en empresas
públicas (hoy está catalogada como empresas productivas). Se reafirma la
propuesta de que la CFE sea generadora del 54% de la electricidad y 46% vía
privada. Por lo pronto, el PIB de la industria eléctrica retrocedió 6.0%
promedio anual durante el sexenio 2019-2024, una caída histórica y afectada por
su desplome de más de 21% durante 2021. En este momento, esta industria se
ubica 27% aún por debajo de su nivel de producción de 2018. Necesita crecer a
tasas elevadas para recuperarse y salir de esta crisis.
También se propone que Pemex produzca 1.8 millones de
barriles diarios de petróleo crudo. Debe señalarse que, en su mejor momento, la
producción fue de 3,4 millones de barrilles diarios en 2004, por lo que el país
tiene un reto a mediano plazo para recuperar estos niveles. En el sexenio
2019-2024 se logró detener la caída de la producción de crudo, ahora el reto es
aumentarla.
MONITOR ECONÓMICO: Caída de la producción industrial
El sector industrial local está enfrentando grandes
dificultades en su desempeño; Esto, en medio de una desaceleración de la
economía, que podría llevar al PIB nacional a crecer solamente 1.2% en este
año. En agosto, la producción industrial retrocedió un 0,3% anual, siendo su
peor número desde principios de 2021, justo después de la recesión originada
por la pandemia. En este momento, el sector industria está afectado por la
caída de 4.1% anual en la construcción y el estancamiento de las manufacturas (solo
0.7%). Tras crecer 3,5% en 2023, el sector industrial avanzaría apenas 0,5% en
2024 y se mantendría estancado en 2026 (0,4%). Malos números para este sector,
que pesa 30% del PIB nacional.
La inflación de Estados Unidos se mantiene a la baja y ahora
se ubica en 2.4% anual (septiembre). Aunque su segmento subyacente se elevó por
segundo mes consecutivo, a 3.3%, la FED (Banco Central de Estados Unidos) está
confiada que ésta se acercará a su meta de 2% hacia el año entrante. Por su
parte, al parecer, la economía de Estados Unidos aún no muestra señales claras
de desaceleración, hoy que el desempleo se ubicó en 4,1% en septiembre. Contra
todos los pronósticos, reporta dos meses consecutivos a la baja. Aun así, la
FED recortaría su tasa en noviembre y diciembre.
MERCADOS FINANCIEROS: Tipo de cambio tranquilo
El 11 de octubre, el tipo de cambio Banxico (Banco de
México) cerró la jornada en 19.40 pesos por dólar, reportando una depreciación
de 0.97% en la semana. Tras la aprobación de la reforma judicial (11 de
septiembre), en general, y contra los pronósticos, el tipo de cambio se ha
mantenido estable, inclusive con una ligera apreciación a partir de esa fecha.
En lo que va del año, influenciado por la coyuntura
electoral y las propuestas de reformas constituciones, su cotización ha
cambiado de dirección. Por ejemplo, al cierre de agosto, la depreciación era de
16.2% anual, lo que no se veía desde mediados de 2020, en plena pandemia. Si no
fuera por ese evento, se trataría de la mayor depreciación desde multas de
2016.
Se mantiene la estimación de un tipo de cambio de cierre de
2024 de 19.0 pesos, por debajo de los 19.7 previstos por el mercado (encuesta
Citibanamex). Pero se esperan aún presiones por las elecciones en Estados
Unidos, para luego recobrar la tranquilidad. Mientras tanto, el tipo de cambio
de mercado (19.4 pesos) está hoy por encima del teórico (18.2 pesos), lo que
significa una subvaluación de 8.0%, cuando hace un año estaba sobrevaluado en
casi 2%. A menos que algo extraordinario ocurra, se espera cierta estabilidad
cambiaria a mediano plazo.
REPORTE ESPECIAL: Interpretación de la deuda pública
La deuda pública bruta nominal aumentó casi 6.8 billones de
pesos entre 2018 y 2024, el mayor aumento en la historia económica de México.
Sexenio tras sexenio, seguramente vamos a ver incrementos más grandes a futuro,
como es natural. Sin embargo, es una manera inapropiada de evaluar este
indicador. Lo correcto, es hacer el análisis en términos relativos, sea a
través de su aumento porcentual o como proporción del PIB. En la administración
de AMLO (Andrés Manuel López Obrador), esta deuda habrá aumentado alrededor del
60% nominal, inferior a los aumentos de los dos sexenios anteriores: 100.2% con
Peña Nieto y 137.8% con Calderón.
En este año, la deuda será equivalente a 50.1% del PIB, con
un aumento de 5.9 puntos del PIB durante el sexenio 2019-2024 (AMLO) vs 11.8
puntos con Peña Nieto y 11.9 puntos con Calderón. Esto significa que, en
términos relativos, este sexenio no es el que más ha incrementado la deuda
pública. Lo que sí es cierto es que, el 50.1% del PIB, es una de las
proporciones más altas desde los años ochenta (51.0% en 1988 y 55.9% en 1987),
debiendo señalarse que en 2020 ésta fue de 52.2% del PIB. Esto último, por la combinación
de un mayor tipo de cambio y una disminución en el valor nominal del PIB.
El que la deuda pública de los siguientes años supere el 50%
del PIB lo convierte en uno de los factores de riesgo más importantes para la
economía mexicana. A esto se suma las presiones que veremos sobre las finanzas
públicas. Son dos factores de riesgo, pero no son suficientes como para que el
país pierda el grado de inversión, ya que, en lo fundamental, la economía
mexicana sigue siendo sólida.
Fuente: CIAL Insights.