Eugenio Grandio destacó que México tiene una oportunidad única para convertirse en un líder de la electromovilidad, señalando que para 2030, se espera que la mitad de los vehículos vendidos en el país sean eléctricos y para 2035, el 100%. Para lograrlo, enfatizó la necesidad de mejorar la infraestructura y las políticas públicas, incluyendo la instalación de 36 mil estaciones de carga. Según Grandio, 'donde cargarlos no debe ser un pretexto', sugiriendo que la expansión de la red de cargadores será esencial para sostener este crecimiento.
Por su parte, Emilio Cadena subrayó que la industria automotriz en México debe aprovechar esta oportunidad para no quedar rezagada. “México no puede no aprovechar la oportunidad”, afirmó, explicando que el país debe adaptar su plataforma industrial para integrarse en la cadena de producción de vehículos eléctricos. Cadena sugirió que México debería mirar hacia China como un ejemplo de adaptación rápida y competitiva, aprovechando las reglas de origen que permiten fabricar componentes dentro de América del Norte. “Tenemos que meternos en el nuevo ambiente industrial”, agregó, destacando la necesidad de cambiar la mentalidad y la estrategia de producción.
Daniel López compartió cifras sobre el crecimiento de la electromovilidad en México. Entre 2019 y 2034 se han invertido 13 mil millones de dólares en la conversión de plantas armadoras para la manufactura de vehículos eléctricos. Además, indicó que el 80% de las cargas de vehículos eléctricos ya se realizan en casa, pero que el reto continúa en las carreteras. Al respecto dijo que Envergo ha destinado 200 millones de dólares para instalar 5 mil estaciones de carga adicionales, asegurando que la infraestructura siga el ritmo del crecimiento de este sector.
Ximena Cantú abordó la importancia de que la energía que alimenta estos vehículos provenga de fuentes renovables, como la solar, para asegurar que toda la cadena de suministro sea lo más sustentable posible. Subrayó que la electromovilidad no solo debe enfocarse en la sustitución de vehículos de combustión, sino en descarbonizar todo el ecosistema. “Corremos contra el tiempo”, advirtió, haciendo hincapié en la urgencia de tomar medidas concretas para reducir la huella de carbono del sector automotriz.
El comercio mundial también ha cambiado con la transición hacia los vehículos eléctricos. Según los panelistas, la electrónica que requieren estos automóviles es más compleja que la de los vehículos de combustión, lo que implica una mayor preparación en la cadena de suministro y la manufactura. Además, mencionaron que la competencia entre Estados Unidos y China también influirá en el desarrollo de este sector en México.