El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, defendió esta acción afirmando que China no compite de manera justa en el mercado global. 'Estamos transformando el sector del automóvil de Canadá para que sea un líder global de los vehículos del mañana. Pero algunos, como China, han decidido crear una ventaja injusta poniendo en peligro la seguridad de nuestros sectores industriales críticos', declaró Trudeau en una conferencia de prensa en Halifax.
Este anuncio se alinea con las recientes decisiones de Estados Unidos y la Unión Europea, que han tomado medidas similares para frenar la competencia desleal por parte de China. En mayo, Estados Unidos impuso aranceles a los vehículos eléctricos chinos, y la Unión Europea siguió su ejemplo en julio, con aranceles de hasta el 38%.
Además de los vehículos eléctricos, la decisión canadiense incluye automóviles, camiones, autobuses, camionetas de reparto eléctricas y algunos modelos híbridos. Los aranceles adicionales se suman al 6.1% ya existente para este sector.
El gobierno canadiense ha enfrentado presiones internas para tomar acciones contundentes contra las importaciones chinas, especialmente por parte de Unifor, el principal sindicato del sector automotriz en Canadá, que había exigido 'estrictos' aranceles para proteger los empleos nacionales. Según Trudeau, estas medidas son necesarias para defender los intereses y empleos canadienses y mantener a Canadá en una posición competitiva dentro de la cadena de suministro global de vehículos eléctricos.