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Cluster Industrial - La telenovela de Tesla en Nuevo León se complica: ¿Se quedará en un sueño?

La telenovela de Tesla en Nuevo León se complica: ¿Se quedará en un sueño?

Escrito por Cluster Industrial

Artículos especiales 24/07/2024 13:48

Tesla tiene un futuro incierto con ganancias a la baja, BYD globalizándose y creciendo a pasos agigantados y el efecto de Trump en contra de la producción de EV. ¿Cuáles son los verdaderos planes de Elon Musk para la Gigafactory México?

Monterrey, Nuevo León, 24 de julio de 2024.- Tesla, Elon Musk, Trump, parecen estar convirtiéndose en sinónimos de “drama” para la industria automotriz mexicana. La telenovela de la Tesla Gigafactory Mexico, anunciada en febrero de 2023, ha alcanzado un nuevo clímax tras las declaraciones de Elon Musk en una conferencia sobre ganancias del segundo trimestre de 2024, donde respondió a una pregunta sobre el proyecto diciendo: “Actualmente estamos en pausa con (la) Giga Mexico, creo que necesitamos ver a dónde van las cosas después de la elección”. Elon continuó, refiriéndose a las declaraciones del candidato republicano “Trump ha dicho que pondrá impuestos muy duros a los vehículos hechos en México, así que no tiene mucho sentido invertir demasiado en México si ese va a ser el caso. Así que necesitamos ver cómo resultan las cosas políticamente”.

Como era de esperarse, los medios mexicanos de inmediato saltaron a la conclusión de que la planta de Tesla en Santa Catarina, Nuevo León, sería cancelada. La realidad es que la pausa de la que habla Musk viene ocurriendo desde hace muchos meses, cuando Tesla comenzó una ronda de despidos en el proyecto de su vehículo de nueva generación que tendría un costo de 25 mil dólares y se produciría en México, dicho modelo ha sido puesto en la congeladora en favor del llamado Robotaxi, que, de acuerdo con Musk, será presentado en octubre próximo, luego de ser retrasado por cambios de último momento en el diseño. “Estamos incrementando la capacidad en nuestras fábricas existentes de forma significativa, y debo decir que el Robotaxi será producido aquí en nuestra sede en Giga Texas, como también lo serán los robots Optimus hacia finales del próximo año”, dijo el CEO y también dueño de la red social X.

Hoy, el terreno de la planta de Tesla en Santa Catarina luce sin obras, aunque alrededor del mismo se está construyendo infraestructura necesaria para su operación; el terreno también cuenta con un estudio de impacto ambiental aprobado y que, en teoría, está en proceso de reubicar especies de flora y fauna del lugar.

Regresando a Trump, el candidato viene diciendo desde marzo pasado que podría imponer tarifas de entre 100 y 200 por ciento a los vehículos chinos hechos en México, aunque de forma arbitraria se ha referido a los vehículos en general hechos en México durante algunos de sus discursos recientes, lo que ha provocado confusión sobre si su intención estaría en imponer aranceles a todos los fabricantes, incluso aquellos de origen estadounidense o solo a aquellos de origen chino. Fue Trump mismo quien renegoció el TLC y lo convirtió en lo que hoy es el T-MEC (USMCA), que impone cuotas de contenido regional del 75% para que los vehículos hechos en Norteamérica puedan ser comercializados sin aranceles. Este mismo tratado impediría que dichas tarifas se aplicaran a los fabricantes occidentales, japoneses y coreanos de vehículos instalados en México al menos hasta 2026, cuando una revisión del tratado actual sea puesta sobre la mesa.

El presidente López Obrador se pronunció al respecto del tema: “Esto la verdad no es serio. No podrían hacerse los vehículos que se consumen en Estados Unidos. No es porque no tengan capacidad tecnológica, ellos tienen una gran experiencia en producir automóviles, sino porque son muy altos sus costos de producción, entonces les afectaría s sus consumidores”. Dicho punto está sustentado en la realidad, pues Estados Unidos al tener a México como principal importador de vehículos y autopartes, recibiría todo el peso de los aranceles en los costos de los vehículos que se venden en dicho país. “Por eso digo que no es serio, deben de tener ellos otro plan de negocio o ya hicieron el negocio, porque también estas empresas muchas veces no producen, sino especulan”. Además, sugirió que Musk solo está siendo cauteloso pues “Ha tomado estas declaraciones para esperar, ver qué sucede, pero el señor Musk, creo yo, sabe cómo son los discursos durante las campañas electorales”. Acto seguido, el presidente de México dedicó un mensaje a Trump, llamándolo “amigo”.

 Por su parte, el Gobierno de Nuevo León lanzó el miércoles 24 por la tarde un comunicado en el que afirma no haber recibido notificación alguna de la compañía Tesla de alguna suspensión en el proyecto de la gigafábrica. Puedes leer más al respecto aquí.


¿Tesla tiene otras razones para pausar la Giga México?

Siendo honestos, este no es el mejor momento para Tesla. No solo el proyecto en México está pausado, ningún otro proyecto adicional para construir una nueva planta está avanzando, y los existentes, como la Giga Berlín, no están operando a plena capacidad. Aún incrementando su producción existente, Tesla se encuentra en el borde de ser superado de lleno en producción y ventas de vehículos eléctricos a nivel global por el fabricante chino BYD, que ha comenzando una expansión global agresiva, inaugurando una nueva planta en Tailandia, construyendo nuevas plantas en Brasil y Hungría, anunciando una planta más en Turquía y con el anuncio de una planta en México aún por definirse. En espacio de dos a tres años, BYD podrá superar ampliamente a Tesla en capacidad de producción, así como ventas globales, aunque Tesla siga reinando en los Estados Unidos.

Musk apoya abiertamente a Trump, y por ello mismo, contradecirlo no es una buena jugada, especialmente cuando el candidato republicano odia a los vehículos eléctricos y ha prometido terminar con los mandatos y cuotas de EV en los Estados Unidos, así como las subvenciones a estos modelos. Los únicos que perderán con dichas medidas serían los consumidores estadounidenses, pero Musk ha declaró que “(quitar los subsidios) sería devastador para nuestros competidores, y podría afectar un poco a Tesla, pero en el largo plazo probablemente ayude a Tesla”. Luego, aprovechó para recordar a los asistentes a la conferencia que Tesla no es una empresa automotriz sino de tecnología, enfocada en la inteligencia artificial y tecnología de conducción autónoma, al tiempo que informó los márgenes de ganancias más bajos en cinco años para la compañía, alcanzando 1.48 mil millones de dólares en el segundo trimestre, comparados con los 2.7 mil millones del mismo periodo de 2023.

Las esperanzas de Tesla para terminar el 2024 radican en el lanzamiento de versiones más baratas de sus actuales modelos, y que la Cybertruck finalmente alcance sus metas de ventas y entregas, así como la recepción del futuro Robotaxi, un vehículo autónomo compacto sin pedales ni volante.

 

La historia se repite: De Ford a Tesla

El reciente anuncio de Elon Musk sobre la pausa en la construcción de la Gigafactory en Nuevo León hasta después de las elecciones de noviembre de 2024, recuerda de manera inquietante a un episodio similar durante la primera presidencia de Donald Trump. En enero de 2017, Ford canceló la construcción de una planta de $1.6 mil millones de dólares en San Luis Potosí después de recibir críticas severas del entonces presidente electo Trump. El terreno que usaría Ford se convirtió en una especie de leyenda, hasta ser adquirido por la acerera Steel Dynamics en enero de 2023. La planta estaba destinada a la producción de pequeños automóviles como el Ford Focus, pero las presiones políticas y las amenazas de aranceles elevados llevaron a Ford a reconsiderar su inversión en México y, en cambio, invertir 700 millones de dólares en una planta en Michigan para producir vehículos eléctricos y autónomos​​​​, creando 700 empleos; la intención era fabricar un SUV eléctrico de batería para 2020.  

En ese entonces, Ford escudó la decisión en las ventas en declive de vehículos compactos y sedanes como el Focus, que desaparecería poco después, además de una necesidad por utilizar la capacidad completa de sus plantas en Norteamérica. Sin embargo, al término del periodo presidencial de Trump, Ford decidió invertir más de 420 millones de dólares en la planta de Cuautitlán Izcalli para producir su SUV eléctrico, el Mustang Mach-E, el mismo modelo que dijo fabricaría en Michigan al cancelar la planta de San Luis Potosí, demostrando que muchas veces los fabricantes solo pretenden jugar a seguir las reglas del presidente en turno, para luego volver a retomar planes ya establecidos.  

La cancelación de Ford no solo representó una pérdida significativa para México en términos de inversión y creación de empleos, sino que también sentó un precedente de cómo la política puede influir directamente en las decisiones corporativas de las grandes automotrices. Ahora, con Musk pausando el proyecto de Tesla en espera de las posibles políticas de Trump, existe el riesgo de que la historia se repita. Si Trump resulta electo nuevamente y decide imponer aranceles severos a los vehículos eléctricos (o de cualquier tipo) producidos en México, Tesla podría verse obligada a cancelar o reubicar su inversión.

La situación es un claro recordatorio para las empresas automotrices sobre la volatilidad que puede surgir de las políticas proteccionistas. Para México, perder la inversión de Tesla sería un golpe económico significativo, incluso mayor al impacto de la cancelación de Ford, pues el monto no oficial de la inversión de Tesla ronda los 5,000 millones de dólares, sin incluir a más de una veintena de proveedores Tier 1 que invertirían para proveer a la gigafábrica. Sin embargo, en este último punto, Trump ha parecido dejar fuera de sus críticas a las autopartes mexicanas, las grandes ganadoras de la industria nacional, cuyas inversiones y valor de producción sigue rompiendo récords históricos en 2024, de acuerdo a la INA.

La mera posibilidad de que Tesla reconsidere su proyecto subraya la importancia que cobrará para la administración de la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum el diversificar los mercados y fortalecer las relaciones comerciales con otros países para mitigar los riesgos asociados con la dependencia de un solo mercado.

¿Entonces, la Gigafactory Mexico será solo un sueño? Lo más probable es que no. Entre los dichos y los hechos, Estados Unidos necesita que México siga siendo su principal socio comercial para depender menos de China, y un entorno donde las represalias económicas dominen solo dañarán la inflación en el vecino del Norte, provocando nuevas crisis económicas, algo que, independientemente del presidente en turno, nadie estaría dispuesto a dejar pasar. Al largo plazo, dejar que Tesla o cualquier otra compañía automotriz invierta en México, resulta en mayores beneficios para los Estados Unidos, un precio muy pequeño a pagar con tal de mantener una cierta estabilidad.

Redacción: Adrián Martínez, Editor de Cluster Industrial.

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