ATEQ, con una extensa red de oficinas en todo el mundo y plantas de manufactura en Norteamérica y Asia, destacó su capacidad para brindar soporte local a sus clientes, una ventaja que refuerza la confianza y satisfacción del consumidor. Además, la empresa trabaja con OEMs como BYD, General Motors, Stellantis y BMW, entre otros, proporcionando equipos instalados para probar componentes de vehículos eléctricos.
Durante el webinar, se subrayó la importancia de las pruebas de fugas como método no destructivo de control de calidad. Estas pruebas son esenciales para detectar defectos de manufactura y verificar la integridad de los componentes, garantizando que los fluidos no entren ni salgan de una pieza. Este proceso no solo mejora la satisfacción del consumidor, sino que también reduce el desperdicio de producción, contribuyendo a una fabricación más eficiente y sostenible.
Manuel González detalló los cinco pasos fundamentales para llevar a cabo una prueba de fugas efectiva: primero, determinar la consecuencia evaluando la gravedad de una posible fuga y su impacto en el consumidor; segundo, identificar la ruta de fuga localizando posibles problemas en la soldadura o microfisuras y asegurando la calidad conforme a las regulaciones; tercero, establecer la tasa de fuga definiendo un límite basado en cálculos teóricos, especificaciones de la industria y comparaciones; cuarto, elegir el método de prueba seleccionando una técnica adecuada, ya sea caída de presión, flujo másico, eléctrico o gas trazador; y quinto, seleccionar el instrumento escogiendo un equipo que ofrezca la precisión, velocidad, costo y usabilidad necesarios para el cliente.
Para responder a estos cinco pasos, ATEQ ha desarrollado tecnologías avanzadas para las pruebas de fuga, incluyendo una para probar bolsas flexibles de celdas de baterías utilizando aire ionizado. Esta innovación permite realizar pruebas sin evaporar el solvente, ofreciendo resultados precisos y la capacidad de localizar fugas en las celdas. Además, la empresa ha implementado tecnologías específicas para diversos componentes críticos de los vehículos eléctricos, como charolas y cubiertas de baterías. Utilizando métodos de caída de presión y gas trazador.
Manuel González también abordó las diferencias entre las pruebas de fugas con aire y helio. Las pruebas con aire son más económicas y sencillas, utilizando sensores de caída de presión o tecnología de flujo másico para detectar cambios en la presión. Aunque menos precisas que las pruebas con helio, son adecuadas para aplicaciones donde el costo y la simplicidad son cruciales. Por otro lado, las pruebas con helio ofrecen una alta sensibilidad y la capacidad de localizar fugas diminutas gracias a la pequeña molécula del helio. Sin embargo, son más costosas y requieren equipos especializados. Estas pruebas son ideales para detectar y localizar fugas críticas en estaciones de preparación y reparación.
Para finalizar el webinar, Manuel González invitó a los espectadores a acercarse a ATEQ para conocer cuál es la solución idónea para sus necesidades de pruebas de fugas. Argumentó que ATEQ se compromete a trabajar de la mano con sus clientes, desde la identificación del problema hasta la implementación de la solución más adecuada, asegurando que cada cliente reciba la atención y el servicio necesarios para cumplir con los más altos estándares de calidad en la industria automotriz.
Si deseas conocer toda la información a detalle que se abordó en el webinar, te invitamos a revivirlo a través de su grabación AQUÍ.